Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


8 de marzo de 2011

CREADOS PARA VIVIR EN LA VERDAD


Arthur Katz

Con el Señor, andar en la verdad no es un lujo sino la necesidad más práctica y urgente.

Nuestros espíritus y todo nuestro ser necesitan la verdad así como nuestros cuerpos requieren aire para respirar.

Estamos hechos para vivir en la verdad y cuando no lo hacemos, todo nuestro ser sufre.

Podemos ver la extensión del daño que se hace a nuestros cuerpos por la contaminación en cada uno de los aspectos del ambiente donde vivimos. Una corriente continua de impurezas en todo cuanto comamos, bebamos o respiremos, constituye un ataque a cada uno de los sistemas de nuestro organismo.

Se obtiene el mismo efecto cuando la atmósfera pura y espiritual de la verdad se contamina con la insinceridad, la astucia, la manipulación y el engaño. Sólo se necesita un poquito de levadura para leudar toda la masa.

Todo el organismo humano se rebela contra la hipocresía y las mentiras.

 Puedo tener éxito en convencerme que recibo alimento verdadero, por lo menos mientras lo llevo a la boca, lo mastico y lo trago, pero mi cuerpo es más sabio que la boca. Los órganos de la digestión no tienen papilas gustativas; sus respuestas no se pueden determinar por la forma como algo sabe en el momento. Responden sólo a la sustancia interna verdadera que les llega y saben, de manera infalible, si es alimento verdadero o no.

Mi ser interior es igualmente honesto en sus respuestas a la insinceridad y a la pretensión. Sin importar cuánto me pueda decir a mí mismo que ando en la verdad mi ser interior no puede ser engañado.

El alma y el espíritu se apartan y se rebelan contra una dieta de falsedades. ¿De dónde resultan la depresión, la ansiedad, las úlceras y las crisis nerviosas? ¿Será que no guardan ninguna relación con una vida llena de pretensiones y de insinceridad? ¿Acaso no tienen nada que ver con los gestos de dolor y la contracción que siento muy lejos bajo mi sonrisa y mi conocimiento descuidado cuando alguien me dice que me ama y sé, dentro de mí, que en realidad no es así?

Cuando finjo amor, cuando respondo a una oración como si fuese sincera pero no lo es, o a una palabra de profecía como si fuese genuina pero tampoco lo es, ¿qué efecto tiene eso sobre mi cuerpo y sobre mi espíritu? Toda mentira oscurece la mente, confunde las emociones y embota el espíritu de quien la expresa al igual de quien la recibe, mientras se agrega a la irrealidad y a la falsedad de la atmósfera que todos respiramos y de la que dependemos para nuestras vidas en común.

El mundo alrededor nuestro está cercenado del Espíritu de Verdad y como resultado se asfixia hasta la muerte en sus propias mentiras.

Seguramente seríamos necios al pensar que dentro de la Iglesia podríamos confinar la verdad a nuestras doctrinas y todavía esperar vivir. Podemos hablar verdad pero aun así, y de hecho, mucho más así, si no vamos a vivirla, de manera progresiva y creciente vendremos a ser las víctimas destruidas del espíritu de la mentira.

El Espiritu de Verdad - Arthur Katz

No hay comentarios.:

"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry