Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


10 de diciembre de 2012

IDOLATRIA: LA ADORACIÓN DEL YO


Charles E. Newbold Jr.

Toda idolatría es la adoración del Yo. Es una extensión de nosotros mismos: nuestras adoradas opiniones, especulaciones, planes, programas, y proyectos; es el trabajo auto-exaltado de nuestras manos  y las imaginaciones de nuestras mentes—todas las cosas que hacemos en la naturaleza de carne y de pecado de nuestro viejo hombre, lo que nos lleva a estimarnos a nosotros mismos mas de lo que deberíamos. Es la actitud de la malvada madrastra de Blanca Nieves, que pregunta: “Espejito, espejito, ¿Quién es la más bella de todos?” Esperando completamente que el espejito responda: “Tú eres la mas bella de todas”.
 
El hombre caído idólatra, es ególatra por naturaleza. Para ser distintos, tenemos que ser transformados en una nueva criatura. Necesitamos una nueva naturaleza que nos dé el deseo de consagrar el Yo para un bien mayor, llamada la vida de Cristo en nosotros. Sólo Cristo, por su Espíritu, puede implantar esa nueva naturaleza en nosotros.

Cualquier cosa que atraiga al ego, no es de Dios. El Yo esta enamorado del Yo. Busca lo suyo propio. Es vanidoso, orgulloso, arrogante, altivo, se permite todo, está absorbido por si mismo, tiene hambre de poder, y es lascivo. Lucha por la independencia, dependiente de si mismo y se  administra solo. Usa y abusa de los demás. SI es necesario, logra sus propias ambiciones. Miente, roba, hace trampas, asesina, envidia, culpa, justifica y hace lo que sea necesario para salvarse a si mismo. Llega a cualquier fin para protegerse a si mismo. Es adicto al más. Nunca puede sentirse satisfecho.
 
La naturaleza carnal del Yo generalmente mira a sus propias invenciones—ciencia, gobierno, militar, religión, educación, deportes, y cualquiera otras instituciones e invenciones humanas para salvarnos, alimentarnos, protegernos, hacernos felices, darnos nuestra identidad, y proveernos con un estilo de vida mejor. Creamos instituciones que nos sean útiles, y nos enfadamos cuando nos fallan.
 
Por causa de que el ego esté siempre centrado en si mismo, es una agujero negro en el espacio sobre el que se encuentra, siempre succionando hacia si como una aspiradora. El ego se consume a si mismo, es autodestructivo, y tiene a la muerte como su recompensa final. El ego vive y muere para sí mismo.

 El sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr.

"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry