Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


6 de mayo de 2013

LA COPA, EL BAUTISMO Y LA AUTORIDAD DEL REINO


 
Davis y Clark

Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.

Inmediatamente después de esto, allí mismo en el siguiente versículo, la madre de Santiago y Juan vino a Jesús con sus dos hijos, postrándose ante El. Jesús le dijo a ella en forma directa, “¿Qué quieres?” Ella contestó, “Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”. (¿Cuán a menudo hemos “adorado a Jesús” para obtener algo a cambio?) ¡Realmente ellos no lo estaban captando! ¿No habían ellos oído ni siquiera una de las palabras que Jesús había dicho? Jesús respondió: “No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?” Santiago y Juan respondieron “Podemos”. Jesús les dijo, “A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre”.

Hay un debido orden en el Reino de Dios… primero la copa y el bautismo… luego la corona. No es una corona que inmediatamente está frente a nosotros cuando devotamente le adoramos, lo que está frente a nosotros es la cruz. No es una coronación, sino la copa, la identificación con los sufrimientos de Cristo. Aquellos que buscan promoción en Su Reino no saben lo que están pidiendo. Si supieran acerca de la copa y el bautismo no estarían tan entusiasmados. Dios estableció sufrimiento entre el discípulo y el trono. “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hch. 14:22). Si padecemos con El, reinaremos con El. Jesús usó este evento para enseñar una clase de autoridad que el mundo nunca había visto antes y la cual los hombres todavía luchan por verla en nuestros días.

 Yo Pues Os Asigno Un Reino - G.Davis y M.Clark

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry