Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


30 de agosto de 2013

EL SECRETO DE NUESTRA VICTORIA


 George Warnock
Israel era una nación natural, un pueblo natural, y frecuentemente participaba en guerra natural, incluso por orden del SEÑOR. Simplemente ejecutaban los juicios de Dios sobre las prácticas idolátricas de las naciones paganas alrededor de ellos. En nuestros días, podemos tener una tendencia a ver las antiguas guerras de Israel como genocidios, y para muchos es muy difícil creer que el Dios Jehová de los cristianos fuera el Dios-Jehová de la guerra del Antiguo Testamento.

El hecho es que Dios tenía un plan para la tierra para muchos siglos por delante, y si no hubiera intervenido en aquellos días para borrar las prácticas casi impensables y transcribibles de las naciones paganas que rodeaban a Israel, cualquier apariencia de una sociedad de orden habría dejado de existir hace mucho tiempo. Lo mismo puede decirse del día en que vivimos. Si Dios no interviene en breve para poner fin a las abominaciones perpretadas hoy día (no en regímenes paganos, Musulmanes o Comunistas, sino en democracias llamadas Cristianas), nuestra sociedad podría ser tragada muy rápidamente en anarquía y corrupción totales. Es solo Su gracia lo que impide la inevitable perdición que espera a esta generación, al preparar Él un pueblo que muestre Su gloria y Su poder en medio de esta generación perversa y maligna.

Como Cristianos de la era del Nuevo Pacto, debemos asegurarnos de que “las armas de nuestra milicia no sean carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2ª Cor. 10:4). Y sin embargo, al mirar al Antiguo Testamento, podemos descubrir el arte de la guerra espiritual y el secreto de la victoria que Dios tiene para nosotros en esta hora. Aprenderemos que el Capitán de nuestra salvación va delante de nosotros y que los planes y las estrategias de nuestra batalla son en realidad Suyos y sólo Suyos. Aprenderemos que los caminos de Dios son enormemente diferentes de los nuestros; y que aunque parezcan locura, sólo caminando en Sus caminos vamos a salir triunfantes en el día de la batalla. Así que observemos la estrategia de nuestra batalla y el secreto de nuestra victoria tal y como lo tipifican algunos de los conflictos naturales de Israel en el Antiguo Testamento.
 ¿Quienes Sois? - George Warnock

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry