Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


29 de agosto de 2013

LA AUTORIDAD DEL SIERVO.


Davis y Clark
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Mt. 20:25-28)

Jesús empezó con algo que los discípulos ya sabían. El empezó con el modelo jerárquico vertical de los reyes Gentiles. A través de los cuatro mil años de historia, el mundo raramente ha conocido otra forma de autoridad que la autoridad que toma, sujeta y se implementa por medio de argumentos claros y seductores, y cuando esto falla, por medio del filo de la espada. Aun Israel, con Dios como su rey, se lamentó ante El y le pidió un rey como tenían las naciones paganas alrededor de ellos. Jesús estaba listo para corregir ese error. El estaba listo para presentar un concepto de autoridad y liderazgo que literalmente iba a dar vuelta este modelo terrenal en su concepción.

“Los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas”

La palabra griega por enseñorear es arjon [758] . En la Biblia, esta palabra se traduce enseñorear 22 veces; príncipe 11 veces; jefe 2 veces; magistrado y gobernante en jefe una vez cada uno. Esta es la palabra que nos da la palabra en español “ar” el cual quiere decir jefe o principal, como el caso de arzobispo, archienemigo, o archirival.

En los días de Cristo, un arjom era un gobernante o comandante en el sistema mundial. Arjon es el participio presente de arjo [757], que quiere decir gobernar sobre o reinar sobre, con énfasis en la palabra sobre. A través de las escrituras, arjon se usa para los gobernantes mundiales, para Satanás el príncipe de este mundo, y para Cristo, pero nunca se usa para describir a los creyentes. Abajo citamos los pasajes claves en los cuales se usa arjon, como fue compilado por W. E. Vine.
<arjon> “…participio presente del verbo arjo, “gobernar”; denota “un gobernante, un príncipe”. Se usa como sigue (denotando “príncipe”, o “princesa”; “gobernante” o “gobernantes”): (a) de Cristo, como el “Soberano (AV, Príncipe) de los reyes de la tierra”, Ap. 1:5; (b) como gobernantes de las naciones, Mat. 20:25 RV, AV, Hch. 4:26, Hch. 7:27, Hch 7:35, (dos veces); (c) como jueces y magistrados Hch. 16:19, Ro. 13:3, (d) de los miembros del sanedrín, Lc. 14:1, RV, (AV, “jefe”); Lc. 23:13, Lc. 23:35, Lc. 24:20; Jn. 3;1, Jn. 7:26, Jn 7:48, Jn.12:42, (RV, “gobernantes”) (AV, “jefes principales”); en Hch. 3:17, Hch. 4:5, Hch. 4:8, Hch. 13:27, Hch. 14”5; (e) como principales de las sinagogas, Mt. 9:18, Mt. 9:23, Lc. 8:41, Lc. 8:18; (f) del diablo, como “príncipe de este mundo, Jn. 12:31, Jn 14:30, Jn 16:11; del poder del aire, Ef. 2:2, “el aire” siendo esa esfera en la cual los habitantes del mundo viven y el cual, a través de la rebelde e impía condición de la humanidad, constituye el asiento de su autoridad; (g) de Beelzebú, el “príncipe” de los demonios, Mt. 9:24, Mt. 12:24; Mr. 3:22, Lc. 11:15”.

Nuevamente, arjo nunca se usa con respecto a la comunidad de creyentes porque hay un solo arjon en la Iglesia, y ese es Cristo, el Soberano de los reyes de la tierra (Ap. 1:5). Solo él es Rey de reyes y Señor de señores. La conclusión es inevitable. Hay solo un soberano reconocido en el cuerpo de Cristo, la Cabeza, Cristo Jesús. Debemos por lo tanto sustraer todo lo que está implicado por la palabra griega arjon de nuestra definición de autoridad como si se refiriera a los miembros del cuerpo de Cristo. Hay solo un Señor o Arjon de la Iglesia (Ef. 4:50)
Arjon también fue usado para los principales de las sinagogas (Mat. 8:18,23). Estamos convencidos que esta es una de las razones por las cuales Jesús no utilizó las sinagogas como el modelo para la Iglesia del Nuevo Testamento. En vez de esto el usó la palabra griega ekklesia, la que habla de libertad de expresión y de la participación de todos los miembros. A diferencia de la sinagoga, la ekklesia era una reunión puramente no religiosa. ¿Qué hacen los reyes Gentiles? Por su propia naturaleza “…se enseñorean (sobre - katakurieuo)  de ellas”.
Katakurieuo [2634] significa “Traer bajo el poder de alguien, sujetarse uno mismo, someter, amo, mantener en sujeción, ser amo de, ejercitar señorío sobre.” (Léxico Thayer)

Pedro más adelante revelaba que él efectivamente terminó entendiendo el misterio del lavamiento de los pies. Recordó a los ancianos o miembros mayores de la Iglesia sobre las enseñanzas del Señor de lo malo de enseñorearse de la herencia de Dios. “…no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1 Ped. 5:3). Pablo escribió a los creyentes de Corinto, “No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes. (2 Cor. 1:24). Note aquí que un verdadero líder colabora con el creyente para su gozo, sabiendo que es solo por su propia fe que un creyente puede estar firme, no por un miserable sometimiento a la voluntad del liderazgo.

El objetivo aquí es estar firmes. Pablo hace un contraste entre dos caminos que el pueblo supuestamente hace para estar firmes. Uno es puramente humanista y el otro divino. El hombre religioso trata de poner firme a la gente – lo que significa conformarse a sus estándares religiosos – por mantenerlos atentos por medio de expectativas, mirando sobre sus hombros y asegurándose que todo se hace de acuerdo a sus estándares. Y así se lee en el Mensaje de la Biblia  “No estamos a cargo de cómo ustedes viven su fe, mirando sobre sus hombros, sospechosamente críticos. Somos compañeros, trabajando al lado de ustedes, esperando con gozo. Yo sé que ustedes están firmes por su propia fe, no por la nuestra. (2 Cor. 1:24 MSG)
En verdad, la única forma en que el pueblo está habilitado a estar firme es por medio de la fe personal y del crecimiento espiritual en Dios. Podemos ser de ayuda (ejemplos), o colaboradores, pero no podemos ser señores sobre la herencia de Dios. Es por su fe, no la nuestra, que cada individuo esta firme en el cuerpo de Cristo. La fe de la que se habla aquí no es un adherirse a los artículos de fe, sino una fe que trae a uno a un relacionamiento vital y viable con Dios, tan cercano, que ellos son enseñados por El y son afirmados por El. De los siervos de Cristo, Pablo escribió, “…Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor (y solo el Señor) para hacerle estar firme.” (Rom. 14:4 – el paréntesis es nuestro).

Cualquier noción de denominación o manipulación, aunque parezca por un buen propósito, ya sea que se llame responsabilidad o sumisión ante la autoridad, también debe ser cercenada de nuestra definición de autoridad si es que queremos ser obedientes a Cristo en este asunto absolutamente importante.
Jesús continua hacia abajo en esta cadena de mando de este ejemplo mundial en nuestro pasaje de Mateo 20.
“…y los que son grandes (megas) ejercen sobre (katexousiazo) ellas potestad”.

Cuando se refiere a la autoridad mundana, la palabra griega megas [3173] habla de grandeza y volumen (de ahí la palabra en español megáfono, mega-bomba, mega-iglesia, etc.) Habla de la forma y apariencia externa de una persona o cosa. Se usa para personas o cosas estimadas grandes por su importancia. Esta clase de admiración no tiene lugar en la Iglesia de Cristo. Dios estima a todos por igual. El no hace acepción de personas (Rom. 2:11, Ef. 6:9, Col. 3:25, Stg. 2:1) ni tampoco debemos hacerlo nosotros. Pablo escribió acerca de los lideres de la Iglesia en Jerusalén, “Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.” (Gál. 2:6) ¿No parece esto un poco rebelde de parte de Pablo? Realmente no. Pablo estaba simplemente asumiendo la postura de Dios hacia aquellos hombres de reputación. Sus razonamiento por osco que pueda parecer es simple lógica: “Dios no muestra parcialidad, y por lo tanto yo tampoco.”

Jesús continúa explicando lo que el megas de los Gentiles hace: ellos ejercen autoridad, o imponen las leyes que vienen hacia abajo de parte del arjon.
La palabra autoridad usada aquí es el verbo compuesto griego katexousiazo [2715]. Kata significa abajo, o hacia abajo, y exousiazo [1850] significa ejercitar poder o autoridad.  Los megas de los Gentiles ejercen autoridad hacia abajo o sobre ellos, lo que implica una eminencia jerárquica. Como veremos más adelante, tal autoridad está estrictamente prohibida en la Iglesia de Cristo.

Después de revisar la cadena de mando de las estructuras de autoridades terrenales, Jesús entonces declaró todos los tipos de autoridades erigidas - sin excepción - de ser incompatibles para Su Iglesia. Jesús usó el siguiente imperativo:
“Mas entre vosotros no (ou) será así”. (v.26)
La palabra griega por no es ou [3756], el negativo absoluto, el cual también se traduce no puede. Esto propone un nuevo pensamiento para nuestra consideración. Si cualquier institución es mantenida a través de un señorío sobre ella, por más piadosa que aparente ser, no puede ser la Iglesia de Cristo, porque va en una dirección diferente de la que va Jesús, y debido a esto no puede tener parte con El. Simplemente no puede ser así entre aquellos que constituyen el verdadero cuerpo de Cristo.

Jesús continúa: “…sino que el que quiera hacerse grande (megas) entre vosotros será vuestro servidor…” (1249 diakonos “siervo, un camarero, uno que sirve comida y bebida.”)
Cuando los cinco mil siguieron a Jesús y a los discípulos en aquella planicie desierta, Jesús dijo a sus discípulos que los sirvieran. Después de haber multiplicado los panes y peces que pertenecían a un muchacho, El les ordenó que distribuyeran la comida a todos los que allí se encontraban. Les estaba enseñando por medio de hacerles hacer lo que un verdadero siervo de Dios hace. Alimenta a los hambrientos y da, no esperando nada a cambio.

Hoy la palabra ministro ha tomado un significado tan elevado que es casi opuesto a lo que originalmente Jesús ordenó aquí a sus siervos.
“…y el que quiera ser el primero (protos) entre vosotros será vuestro siervo…” (1401 doulos – el término más servil en el lenguaje griego – un esclavo, encadenado, hombre de condición servil – dedicado al otro sin importar su propio interés). Noten que Jesús aquí no utilizó la palabra arjon.
En un contexto familiar, megas se usa para aquellos que son mayores o ancianos. Esto es como megas se usa en nuestro texto referente a la Iglesia de Cristo. Esto se vuelve bien claro cuando vemos como Lucas lo interpreta en Luc. 22:26 “…mas no así vosotros, sino sea el mayor (meizon – el grado superlativo de megas) entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve”.

Lucas usa meizon en contraste con el más joven. Lo opuesto a joven es viejo. Pablo usa a Esaú y Jacob como un ejemplo cuando escribió “…se le dijo: El mayor (meizon) servirá al menor. (Rom. 9:12). La grandeza de Cristo estaba hablando de la grandeza de años así como de madurez espiritual, sabiduría y servidumbre. En un contexto familiar, tal grandeza es debida y correctamente honrada como debe ser. En muchas iglesias ha habido un esfuerzo a apelar al espíritu de esta época, así que el liderazgo de la iglesia ha puesto a gente joven sin experiencia espiritual en posiciones de autoridad y prominencia en sus congregaciones en un esfuerzo de apelar a la juventud rebelde de nuestros días. Todo honor y respeto por aquellos que ya mucho han caminado con nuestro Señor está siendo rápidamente diluido. Estamos construyendo cultos centralizados en los jóvenes, no el reino de Dios.

Debemos hacer una distinción. Jesús no estaba diciendo que aquellos que estaban en posiciones mas altas, por ejemplo, arzobispos, obispos, cardenales, o diáconos, etc., deben ponerse a servir de una forma condescendiente, sino que los mayores que usualmente se sientan en lugares de honor en la mesa familiar para ser servidos, deberán ahora ser los camareros y esclavos de todos. El miembro más anciano hará ahora el servicio que normalmente se esperaba del más joven de la familia de los siervos. La Iglesia de Cristo se distingue más allá de cualquier institución humana en que no esta gobernada por una jerarquía, sino que por el contrario es una sociedad de miembros jóvenes y mayores, entrelazados conjuntamente por el Espíritu del humilde Cristo. Note que el servir va por ambos caminos en el reino del Cordero.
Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. (Ap. 7:14-17)

Es algo muy significativo que Cristo evitó completamente el lenguaje jerárquico cuando hablaba con su Iglesia. El usó la palabra protos (en Mateo 20:27) en vez de arjon (de arriba hacia abajo, de gobernante que se enseñorea sobre sus súbditos) para describir liderazgo en su Iglesia. Esto da un peso especial a sus palabras, “Mas entre vosotros no será así…” A diferencia de arjon, protos habla de una progresión en una línea horizontal. Protos significa “primero en tiempo o espacio”. Por ejemplo, en Hechos 16:12, se dice que Filipos era “…la primera (protos) ciudad de la provincia de Macedonia”. De acuerdo a W. E. Vine, Filipos fue la primera (protos) ciudad “en la dirección en la cual el apóstol vino”.
No era necesariamente más grande que el resto de las ciudades, tampoco la más renombrada. Era simplemente la primera ciudad a la que llegaron. Cuando Pablo dije, “seguidme a mí como yo sigo a Cristo”, él simplemente estaba persuadiendo al resto de los creyentes a seguir al Señor tan apasionadamente coma él lo hacía. Pablo no se veía a sí mismo como de ser un líder o señor sobre otros. ¡El no estaba preservando un cargo! El no estaba diciendo síganme a mí porque yo soy un apóstol y su líder por derecho.

Pablo no estaba edificando un ministerio. El simplemente estaba siguiendo a Cristo y pedía a otros que hagan lo mismo. Esto no tenía nada que ver con eminencia, sino con madurez y plenitud. Si alguien con la estatura espiritual de Pablo nos propone seguir a Cristo, bien haríamos en prestarle atención. Pero en la mayoría de los casos hoy en día el hombre va a seminarios a recibir un diploma para que él pueda obtener una posición que no sea cuestionada por los fieles y así obtener la habilidad de gobernar sobre ellos. Muy a menudo, él es apoyado por la jerarquía denominacional que está por encima suyo en su conquista sobre los santos, ya sea que sea maduro o no. Esta clase de liderazgo termina siendo un club de viejos buenos amigos que promueve liderazgo terrenal en los dominios de cada uno.
Veamos como la palabra protos se usa cuando se aplica a Jesús:
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes (protos) de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. (Jn 1:14-16)

Protos se usa aquí en el contexto de plenitud espiritual. Plenitud espiritual es llenura. En el reino de Dios, madurez y llenura espiritual son sinónimos. Debemos aprender a ver grandeza como plenitud de gracia y a aquellos que están primeros como aquellos que están llenos con toda la plenitud de Dios (Ef. 3:19). ¿Poseemos esta clase de madurez? ¿Estamos llenos con la plenitud de Dios o solo tenemos un conocimiento mental acerca de EL? ¿Estamos llenos de gracia y verdad? La grandeza del verdadero reino se mide por la plenitud de la gracia y no por títulos o insignias. Si realmente nos percatamos de eso, no dudaremos en poner a un lado todos los accesorios terrenales de grandeza, los cuales los hombres usan para obtener ventajas sobre los otros. ¿Han sido de poco de beneficio las críticas del Señor sobre los señoríos y títulos en contra de la arrogancia de los eclesiásticos Cristianos?
A pesar de la negativa de Jesús de usar la palabra arjon en referencia a la autoridad en Su ekklesia y su aún más imperativo “Mas entre vosotros NO será así”, muchas de las denominadas iglesias de hoy han incorporado precisamente esta misma palabra griega dentro de sus títulos administrativos, por ejemplo, arzobispo, arquidiócesis, eclesiárquico, etc. De nuevo las tradiciones de los hombres han anulado los mandamientos de Dios. ¿Cuándo será que Su pueblo le obedezca finalmente en este asunto? Padre, abre nuestros ojos y danos el coraje de rechazar las tradiciones que están en conflicto con tu voluntad, aunque eso signifique la pérdida de nuestra asalariado trabajo en el sistema apóstata.

Es interesante que Jesús eligiera el término más servil en la lengua griega para corresponder a la grandeza del Reino. Otra definición de doulos es bajo el remero. El lugar más bajo de la esclavitud del Imperio Romano era el ser remero en el puente inferior de una galera.  Ser esclavo en una galera era estar encadenado al remo de un galeón  romano por el resto de su vida sin esperanza de ser liberado o de tener ni un tipo de vida del todo. Considere lo que era ser un esclavo en una galera en el puente inferior con otros hombres encadenados a sus remos encima de usted, defecando a través de las rejillas sobre su cabeza. Este es el término que Jesús eligió para definir a los mayores en Su Reino. Sobre esta palabra Thayer escribió: “Adjetivo, doulos: 1) un esclavo, encadenado, hombre de condición servil. 1b) metafóricamente, uno que se da por completo a la voluntad de otro… 1c) devoto a otro sin importar sus intereses propios… Originalmente este era el término más bajo en la escala de la servidumbre.”
La dirección de la promoción en el reino de Dios no es hacia arriba como en los rangos terrenales, sino que se mueva hacia abajo desde un diakonos (camarero) a un doulos (esclavo) en un trayecto que aleja a uno progresivamente de las cimas de la gloria personal, y lo lleva hacia una solitaria colina llamada Gólgota. Esto es lo mas alto a lo que llega, poniendo su vida por sus amigos. Los grandes (megas) del reino, sirven a las mesas, pero los realmente grandes, o jefes (protos), son los esclavos del amor cristiano (doulos) hacia todos. Tenemos un rol de liderazgo solamente mientras estemos bajo el yugo del humilde Cristo, yendo a la dirección que El está yendo. Solo entonces estamos caminando con El, en Sus propósitos, y en Su corazón. Solo entonces verdaderamente tenemos parte con El.
En la economía de Dios, no hay tal cosa como alcanzar grandeza en la cima. Todo lo que el mundo piensa que es grande – posición, estatus, reputación, y el orgullo de la vida – debe ser considerado como basura si es que queremos alcanzar la grandeza que Dios aprecia. Debemos alejarnos de todo en lo que se ha convertido este mundo rebelde y buscar solo Su Reino.

¡La manera más segura de terminar último, es tratar de ser el primero!
Davis y Clark

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry