Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


5 de noviembre de 2014

HACIÉNDONOS DEPENDIENTES DE ELLOS


Charles E. Newbold Jr

De la misma forma que Brooks se hizo dependiente de esos muros en la Cárcel de Shawshank, así nosotros también nos hacemos dependientes de nuestras instituciones. Confiamos en que ellas cuidarán de nosotros. De forma similar, nuestras instituciones nos necesitan. Las autoridades dentro de ellas necesitan que seamos dependientes de dichas autoridades y de la institución, para poder perpetuar su existencia y la de la institución.

Bill Shipman descubrió este principio de la dependencia cuando trabajaba en un centro de desarrollo de delincuentes menores.  En lugar de animarles a convertirse en ciudadanos productivos, las autoridades procedían de forma que convertían a los internos en personas más dependientes.
Si alguno de los internos mostraba signos de individualismo, le prescribían más valium. Aquellos que cuidaban de ellos querían ajustarse a ellos en lugar de reformarlos. Necesitaban que los internos dependiesen de ellos.

En varias ocasiones Bill intentó conseguir que algunos de los internos salieran de la dependencia, pero fue detenido por otros miembros del personal. Usaban el miedo para conseguir que los jóvenes siguieran sintiéndose inseguros con respecto de ellos mismos. “Lo mejor es que no escuchéis a Bill”, decían. “Saldréis y en cuestión de días, estaréis de vuelta aquí”.

“Veía cosas en esta institución,” contaba Bill, “que se parecían muchísimo a lo que yo había visto  en la iglesia, a través de líderes muy fuertes, con ambiciones egoístas. Todo va bien cuando tratas de mejorar la institución o sus posiciones, pero cuando lo que tratas de mejorar es los clientes—la gente necesitada—entonces eres abucheado.”

“Lo mismo sucedía en Haití”, recordaba Bill. “Los sacerdotes primero llegaban a Haití con una misión genuina de ayudar a la gente. Bajo la influencia del gobierno, los superiores de la iglesia, con actitudes politizadas, persuadían a los sacerdotes a actuar de forma distinta.

 Se les decía que enseñaran a los esclavos que eran ciudadanos de segunda en el Reino de Dios, y que la única forma de entrar al Reino era sirviendo a los blancos. Los haitianos negros llegaron a creer eso de ellos mismos. Todavía les cuesta romper esa forma de pensar. La idea está institucionalizada en su pensamiento”.

No puedes preservar la institución y al mismo tiempo, trabajar para salir del negocio. Las instituciones pueden comenzar a hacer el bien, pero por su propia naturaleza, casi siempre terminan fomentando la dependencia.

El Sistema de la Iglesia Ramera -  Charles E. Newbold Jr

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry