Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


3 de diciembre de 2014

¡DANOS UN REY PARA QUE SEAMOS COMO EL SISTEMA MUNDIAL!


Michael Clark

En 1 Samuel capitulo 8, el pueblo se rebeló contra Dios, al que no podían ver, y pidieron a Samuel que les diera un rey. “Danos un rey que nos juzgue” dijeron, “y nosotros seremos también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante de nosotros, y hará nuestras guerras”. El Señor instruyó a Samuel que hiciera como ellos deseaban, porque ellos habían rechazado a Dios para que no reinara más sobre ellos. Cuando tomamos un hombre, ya sea un apóstol, profeta, evangelista, pastor o maestro, y le ponemos en una posición de gobernar sobre nosotros, rechazamos el gobierno de Dios y obtenemos lo que merecemos.

Yo creo que este tipo de liderazgo que se enseñorea sobre el pueblo de Dios es la raíz de la división en la Iglesia de hoy en día. Pablo reprendió a la iglesia de Corinto cuando dijo: “…porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas. Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro tenga osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía”. (2 Cor. 11:19-21)

Jesús dijo a la iglesia de Pérgamo: “Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca” (Ap. 2:15-16).
La palabra Nicolaíta en el griego está compuesta de dos palabras, Nikos y Laodikeus, y literalmente significa victorioso sobre el pueblo. La falsa doctrina del clero gobernando sobre los laicos como monarcas conquistadores data del primer siglo de la iglesia y Dios odia eso (vea Ap. 2:6,15).

Aquí en los Estados Unidos tendemos a elegir lo hermoso y lo poderoso como nuestros líderes. Saúl era alto, cobrizo, y de buen parecer. El realmente sobresalía en una multitud (Ver 1 Sam. 9:12). Dios lo eligió para salvar a los Israelitas de los Filisteos. El definitivamente era material para rey, pero Dios también los advirtió que este “asunto de reyes” no era lo que parecía.

Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día. (1 Sam. 8:11-18)

Jeremías se lamentó acerca de su pueblo en sus días:

Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin? (Jer. 5:30,31)
Dios estaba advirtiendo a Israel que un hombre no puede manejar correctamente el poder, Como J.E.E. Dahlberg dijo: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente todo”.

Años después, Dios se arrepintió de haber elegido a Samuel como rey y eligió a otro, esta vez un hombre conforme a su corazón. David era un humilde pastor de ovejas, pero Saúl pastoreaba asnos (Vea 1 Sam. 9:3). David era solo un muchacho cuando Dios lo eligió (Debe venir como un niño).

Cuando Samuel estaba buscando entre sus hermanos en la casa de Isaí, estaba por elegir a otro del tipo alto, cobrizo y de buen parecer, Eliab, cuando Dios le dijo que no. Jehová respondió a Samuel: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho [Eliab]; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Sam. 16:7).

Samuel preguntó a Isaí si estos eran todos sus hijos. “Oh si”, pareció responder Isaí, “está David. El esta fuera con las ovejas porque pensé que no había forma de que Dios pudiera querer al pequeño de la camada”. Todos se sorprendieron cuando Samuel eligió a David debido a su corazón. David pudo haber sido ese niño que fue dejado allí solo después de que los dos capitanes de béisbol hubieran elegido sus equipos. ¿Quiere elegir material de anciano para su cuerpo? Elija de lo que el mundo rechaza. Dios lo hace. Jesús no eligió a ningún líder religioso para que fuera su discípulo. ¿Recuerda la historia de Gedeón? Nuestro Dios elige las cosas débiles de este mundo para confundir al poderoso (Vea 1 Cor. 1:26-29).

Cristo vino a liberar a los hombres de la tiranía del pecado y de hombres pecadores que atan cargas y las ponen sobre los hombros de los hombres pero no hacen nada para llevar esas cargas ellos mismos (Vea Mat. 23). No sea necio en dejarse ser engañado. Si la iglesia a la cual usted asiste está basada en este modelo de danos un rey, pida a Dios que lo guíe a una liderazgo misericordioso, ancianos [maduros, ancianos viejos] quienes estén en el negocio de edificar a los santos para cumplir sus llamados.

Recuerde que el camino de Dios es dar. “Dad, y se os dará;…porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Luc. 6:38). Si usted está empleando un estilo de liderazgo de puño cerrado sobre las ovejas de Jesús, no se sorprenda si usted las pierde. Jesús está sacando su rebaño a sí mismo y fuera de las manos de pastores abusivos y posesivos. Lea y ore sobre Ezequiel 34. Jesús dijo que cuando el mayordomo olvidó que él, también, fue un siervo y empezó a abusar de sus consiervos, perdió su mayordomía y fue echado fuera al lugar preparado para los hipócritas.

Pero a aquellos a quienes él encuentre alimentando su casa en el tiempo indicado [las palabras que él está hablando a la iglesia en estos días], “De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá” (Mat. 24:45-51). Recuerde que fue profetizado de Jesús que “No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia” (Is. 42:3). Fortalezca aquello que permanecerá.

Al comienzo de esta sección, mencioné a Jesús en Lucas 22:25 y 26. La Nueva Biblia Americana lo pone de esta forma: “Los reyes de los Gentiles señorean sobre ellos; y aquellos que tienen autoridad sobre ellos son llamados “benefactores”. Pero no será así entre ustedes, pero dejen a aquel que es mayor entre ustedes que se convierta en el menor, y el líder como el siervo”.

Esta frase ejercitan señorío o señorean sobre viene de la palabra griega kurieuo. Significa tener dominio sobre, ejercitar señorío sobre, ser el Señor de. Jesús dijo que este no es el camino piadoso para guiar a sus ovejas sino que es el camino de liderazgo del mundo. El es el único que tiene el derecho de liderar en esta manera y con todo él lidera en humildad y no con mano pesada (Vea Juan 10 y Salmo 23).

La Ley y La Iglesia -  Michael Clark

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry