Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


6 de diciembre de 2014

ORGULLO: BUSCANDO EL LUGAR MAS PROMINENTE


Davis y Clark
     
Jacques Ellul nos da la causa principal del conflicto y perversión en la creación de Dios. “Todas las maldades del mundo proceden de hacernos a nosotros mismos el Creador. En un extraño acto al revés, el hombre a menudo sirve a la criatura en vez de al Creador.”

Dios creó cada criatura viviente para que humildemente more dentro de ciertos límites. Cuando esos límites son rotos, resulta en orgullo. Donde hay orgullo, pronto aparecen la perversión y la rebelión. Lucifer es un ejemplo clásico de esto. El no estaba contento de estar dentro de los límites de su primer estado, y por eso levantó sus ambiciosos ojos hacia el trono de Dios, diciendo en su corazón, “en el monte del testimonio me sentaré… seré semejante al Altísimo” (Is. 14:12-15). Judas describe este evento con las siguientes palabras: “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día…” (Jud. 1:6).

La palabra griega que se traduce como “su propia morada” es arche. “un comienzo.” Habla del origen o del propósito original para el cual fuimos creados. Humildad es pues vivir dentro de los lugares que Dios no ha habilitado, nuestra primera morada. En el momento en que buscamos ser menos o más que esto, dejamos de ser criaturas y empezamos a caminar en orgullo, rebelándonos contra nuestro Creador. Esta es la esencia de la tentación en el Edén.

La mentira “Y serán como Dios” apela a la  profundamente enraizada ambición errante del hombre caído de ser mas que un ser creado. La mentira que Satanás uso para engatusar a Eva para dejar su lugar, lo cual resultó en horrendas consecuencias para la humanidad, lo usa ahora con esperanzas de que engatusarnos para dejar nuestra posición. El rechazo del hombre de aceptar su lugar como una criatura en necesidad es prácticamente una crítica al Dios que lo creo así. “…Oh hombre, ¿Quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” (Rom. 9:20)

Las palabras del tentador en la Biblia King James (en ingles) son más precisas. “…sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. (Gen. 3:5) Esto marcó el comienzo de la búsqueda de la humanidad de la independencia y ascendencia. Los teólogos correctamente llaman a esto la caída, porque aquel que se exalta a sí mismo será humillado. Desde ese día el desprecio del hombre por la humildad ha sido sobrepasado solo por su codicia de poder. Todo lo que hace, lo hace para ser como dioses; autosuficiencia y auto existencia, buscando reproducirse a sí mismo en todo lo que cae bajo su control. Quiere determinar lo que está bien o mal para si mismo y para otros. Escribe interminables comentarios para esparcir sus puntos de vista y los impone a otros. Busca volar en alas diseñadas humanamente hacia las alturas superiores de la deidad, y haciendo esto, se rebela contra la creación de Dios y contra el Creador, cuestionando todo lo que tiene que ver con su Creador, “¿Con que Dios ha dicho…?” ¡Finalmente cuestiona la propia existencia de Dios!

A. W. Tozer también define este extraño rol a la inversa, “Dios fue nuestra morada inicial y nuestros corazones no pueden sino sentirse en casa cuando entran de nuevo en esa antigua y hermosa morada. Desea que quede en claro que hay una lógica detrás del reclamo de Dios hacia la pre-eminencia. Ese lugar es suyo bajo cualquier derecho en la tierra o en el cielo. Cuando tomamos para nosotros mismo ese lugar que le corresponde a El, todo el curso de nuestras vidas está fuera de conexión. Nada puede restaurar ni restaurará el orden hasta que nuestros corazones tomen la gran decisión: Dios debe ser exaltado en lo alto.” (En la Búsqueda de Dios)

Así como el hombre en el Edén se exaltó a si mismo y fue echado fuera, esta sabiduría perversa de Lucifer siempre conduce a usurpar la pre-eminencia de Dios y termina alabando a la criatura en vez de al Creador, elevando a alguna criatura en particular, el hombre, por encima de todo (Rom. 1:25). Nuestro esplendor es tanto problema para Dios como lo es el de Satanás. Nuestra sabiduría se corrompe cuando olvidamos de quién realmente es ese resplandor (Ez. 28:17). Las palabras de Dios a Lucifer, “Yo te arrojaré por tierra…” es Su promesa para todos aquellos que buscan mostrarse por encima de otros.

En Ezequiel 28:14-15 encontramos estas palabras, “Tú, querubín grande, protector, yo te puse [allí] en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.” El objetivo escondido detrás de la tentación de Satanás es conseguir que los creyentes se olviden de que son criaturas, colocadas en ese lugar por el Creador y de esta manera ponerlos a competir por la excelsa búsqueda del trono.

 Yo Pues os Asigno un Reino - Davis y Clark

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry