Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


5 de diciembre de 2014

UN BORDÓN, UN PAR DE SANDALIAS Y UNA TÚNICA


George Warnock

Esta era la provisión de Dios para los primeros predicadores del evangelio del Reino que Jesús envió:

“Les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto; sino calzados con sandalias. No llevéis dos túnicas.” (Marcos 6:8-9).

Se que vivimos en tiempos distintos. Pero también se que, con todo lo hermoso que pueda parecer todo esto en esta era de los grandes aviones, los satélites y las antenas parabólicas—nos hemos cargado absolutamente con un sistema que exige una enorme cantidad de enredos para un pueblo peregrino. No pensemos ni por un instante que el Reino de Dios depende de alguna manera de los modernos recursos del hombre, con toda su maquinaria electrónica. Usamos lo que Dios provee. Pero cuando toda la maquinaria de nuestro moderno estilo de vida haya sido barrida, la propagación del Evangelio de Cristo no sufrirá por causa de ello.

Nuestro verdadero calzado no son las sandalias que llevamos, sino el calzado de “la preparación del evangelio de la paz”.

El bordón en la mano es todo lo que necesitamos. Nuestro cetro real es lo que procede de Él, el Rey de reyes y el Señor de señores.

Nuestra verdadera túnica consiste en las vestiduras de justicia, la capa bordada del ministerio sacerdotal, con el efod alrededor de la cintura y la mitra de santidad sobre nuestras cabezas.

Cualquier provisión que necesitemos para nuestro camino de peregrinaje—Dios será fiel en proveerla. Nuestra verdadera provisión está en el hecho de que Él nos envía. Porque si Él nos envía, entonces Él es responsable de nuestro bienestar. Simplemente andamos como “peregrinos”, como embajadores con un mensaje del Cielo, dejamos caer la semilla en los corazones de los hombres y confiamos que Dios riegue, cultive y cuide a la planta creciente y que produzca fruto para Su gloria.

Coronado con Aceite - George Warnock

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry