Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


5 de diciembre de 2015

EL LEGALISMO


Charles E. Newbold Jr.

Jesús detestaba el legalismo mezquino de los Fariseos. “Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombres de los hombres; pero ellos, ni con un dedo quieren moverlas.” Mat. 23:4. Jesús detestaba su dureza sobre el pueblo y como imponían sus leyes sobre el resto.

Los legalistas en las iglesias siguen atando a las personas a sistemas y órdenes de iglesia, edificios de iglesia, servicios y rituales de iglesia, ofrendas de iglesia, y obras de iglesia—cosas que no tienen nada que ver con Jesús o el Reino de Dios. La gente se siente culpable y poco espiritual si no va a la iglesia.

Guardar el sábado era en sí una cuestión tal entre Jesús y los fariseos. Algunos legalistas siguen insistiendo en el tema de guardar el sábado de acuerdo con la forma en que ellos piensan que tiene que ser guardado. Quieren hacer del domingo (algunas veces llamado erróneamente “sabbath”), el día de reposo, aunque para ellos diste mucho de ser un día de reposo—más bien un día muy importante de obras de iglesia.

No guardamos el Sabbath yendo a la iglesia el domingo o echando la siesta todo el domingo. Guardamos la ley de Dios entrando en Jesús por la fe. Jesús es nuestro reposo del Sabbath. Heb. 4. Él es nuestra justicia. Jesús no está buscando a un pueblo que guarde el Sabbath. Está buscando un pueblo que se mantenga santo (separado). Guardar el Sabbath no es la forma de mantenernos santos.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios. Somos tan falsos como los fariseos si pensamos que nuestra justicia pudiera de algún modo depender de lo que hacemos externamente—las ropas que llevamos, nuestra forma de peinarnos, la comida que comemos o dejamos de comer, la forma en que adoramos, o vamos a la iglesia.
Vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en Jesús cada momento de cada día (ver el capítulo sobre el Legalismo).

El Sistema de La Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr.

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry