Ezequiel 22:30 dice: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé”
Esta palabra me vino en 1983: “Busco a un hombre”; dice el Señor, “que esté por Mí en la brecha. Alguien que batalle contra el enemigo a favor de la Iglesia. Alguien que se atreva a ponerse toda la armadura de Dios, toda el atavío de la batalla, y ser todo lo que Yo requiera que él sea.”
“Requiero mucho de este hombre. Más de lo que él podría esperar ser en sí y de sí mismo.”
“Requiero que sea santo.”
“Requiero que sea puro de corazón.”
“Requiero que sea amoroso y humilde, amable, sabio y fuerte.”
“Requiero que sea conocedor de Mi Palabra y perfectamente obediente a la misma.”
“Requiero de Él la suprema alabanza de Dios.”
“Requiero de Él oración, la clase de oración que asciende a Mi trono donde yo puedo contestar en poder y fuerza”.
“Requiero de él perfecta obediencia a todo lo que Yo le digo que haga: que vaya donde yo digo, que haga lo que Yo digo que haga, y que sea lo que Yo digo que sea.”
“Requiero de él fe, la clase de fe que mueve montañas.”
“Requiero de él que ponga su vida a favor de los demás; que prefiera a los demás por encima de sí mismo, que no se preocupe por mañana ni por su vida.”
“Requiero de él que sea distinto, peculiar, escurridizo, incomprendido, despreciado de muchos, odiado, perseguido, abusado, y en medio de todo ello, requiero que dé la otra mejilla.”
“Requiero de él misericordia”.
“Requiero de él poder para echar fuera demonios, para sanar a los enfermos, para liberar a los cautivos, para proclamar el año agradable del Señor.”
“Requiero de él que sea perfectamente conformado a la imagen de Mi Hijo, cuyo nombre está por encima de todo nombre en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra.”
“Requiero de él que sea como Jesús”.
“No sólo requiero todo esto de él, sino que también le daré la capacidad para satisfacer todas estas demandas. Le doy a Jesús”.
“Si se vuelve a Mí de todo su corazón, abandona todo lo demás en su corazón, hace a Jesús el Señor de su vida, depositaré la misma vida de Jesús en su corazón por mi Espíritu Santo; y entonces habré encontrado al hombre que he estado buscando. Y él estará en la brecha por Mí.”
“Los Crucificados” – Charles Elliott Newbold, Jr.