Gene Edwars
Cuando los cristianos italianos entraron en estos relucientes edificios tan novedosos construidos en Roma y cuando los griegos se pasearon por los edificios de Constantinopla, se percataron de que no había sitio dónde sentarse. ¡Los italianos metieron a rastras los taburetes (de tres patas) y se sentaron! Por su parte, cuando los cristianos de Constantinopla entraron en estos relucientes edificios tan novedosos, algo extraño sucedió.
Refunfuñando, los católicos se están llevando poco a poco el banco e instalando el asiento. (En América, casi desde un principio, los católicos se decantaron por el asiento, para competir con los protestantes.)
No fue hasta la llegada de nuestras iluminadas mentes evangélicas, cuando nos pusimos en plan bíblico Neo–Testamental, y pusimos almohadones a nuestros asientos. (De esta forma al menos estamos cómodos mientras nos aburrimos como ostras.)
¿El futuro del asiento? En nuestra era de la electrónica, ¿quizás veamos rascadores vibratorios para la espalda? ¿Masaje electrónico para los dedos? ¿Auriculares en estéreo para oír mejor al coro? ¡Cualquiera sabe!
Mas Alla de lo Radical - Gene Edwars
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