Charles E. Newbold Jr.
La idolatría del Yo se ve en nuestra
tendencia a lograr cosas en nuestras propias fuerzas. Vemos cosas que hay que
hacer y debemos hacerlas. Estamos constantemente distraídos por la ocupación
que creamos para nosotros mismos. La
ocupación es una distracción de la
intimidad con Dios. Preferimos hacer algo para Dios que pasar tiempo con El.
Sin embargo, El no nos creó para hacer cosas para El, sino para ser como EL es,
para que podamos tener comunión con El y unos con otros en El.
Nos esclavizamos a nosotros mismos a
las obras que demandamos de nosotros mismos. Aún más, esclavizamos a otros a
nuestras obras cuando otros nos dejan. Adoramos nuestros logros.
Consecuentemente, hemos hecho incluso ídolos de nuestro tiempo de silencio. El
estudio bíblico, la intercesión por la calle, el testificar y otras obras que
nos parecen “buenas”. No son cosas malas en sí. Son maravillosas cuando son
inspiradas por el Espíritu Santo. Se nos convierten en idolátricas cuando las
usamos para hacernos sentir que estamos haciendo algo para Dios.
gracias por esta oagina creo que el mismo ESPÍRITU SANTO me guió y he podido darme cuenta que lo que hasta ahora he hecho pensando estar bien era todo lo contrario pero en mi alma hay des de DIOS por eso me ha llevado a investigar porque estoy en una misión donde hay que formar a doce discipulos para poder sentir que estamos haciendo la voluntad de DIOS y no he logrado cumplir esa meta que ellos exigen cosas así esclavisantes y tremendas gracias una ves más pues siento libertad en mi espíritu
ResponderBorrar