Davis y Clark.
“Así que, todos
los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto
también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una
misma regla, sintamos una misma cosa. Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a
los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.” Filipenses
3:15-17)
La verdadera unidad se
encuentra en todos los que son perfectos, los que tienen una misma mente. Así,
Pablo declara audazmente, “Y si otra cosa sentís, eso también os lo revelará
Dios”. Con otras palabras, como cristianos que tienen la mente de Cristo por
causa del Espíritu de Dios morando el ellos, solo hay una forma correcta de
pensar. Todos han de andar “por una misma regla, sintiendo una misma cosa”, y
esa actitud de pensamiento ya había sido establecida en las escrituras
anteriores. Pablo había exhortado a los creyentes filipenses a ser imitadores
de él, y a mirar a los hermanos que andaban de esa forma, considerando su ejemplo.
¿Cuál fue su ejemplo? El ejemplo del siervo sufriente, Cristo a quien Pablo
seguía.
“El cual, siendo igual a Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrase, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Y siendo en forma de
hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de
cruz” (Filipenses 2:7-8).
Tenemos que mirar a los que andan de esta forma. Solo los que andan
según esta norma están siguiendo a Cristo. Solo los que tienen esta mentalidad
son líderes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario