Por la propia acción humana. El
pecado entró en el mundo por un hombre (Ro.5: 12) y con él la armonía se hizo
añicos. Toda la creación sufrió alteraciones por la desobediencia del hombre.
El linaje humano quedó muy limitado en su dominio y señorío, lo que aprovechó
el diablo para constituirse en el príncipe de este mundo. Hoy nacemos y vivimos en un planeta que tiene
varios miles de años de historia de
desequilibrios, caos, confusiones y desórdenes acumulados .Los extremismos y
las desigualdades son perversamente notorios. ¿Cómo encontrar una vida
equilibrada en esta clase de mundo? ¿,Cómo podemos buscar la estabilidad en
medio de tanta convulsión? Vamos a necesitar ayuda y auxilio que vengan de
arriba.
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿ De donde vendrá mi
socorro?
Mi socorro viene de Jehová, que
hizo los cielos y la tierra” (Sal. 121:1)
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