Alexander Hislop
Esto,
sin duda, les parecerá muy extraño e increíble a quienes hayan leído la
historia de la Iglesia, como lo ha hecho en grado sumo la mayoría, incluso los
protestantes, con anteojos romanos; y especialmente por quienes recuerdan la
famosa historia que se cuenta sobre la aparición milagrosa de la cruz a Constantino
la víspera de la decisiva victoria en el puente Milvio, que decidió la suerte
del paganismo aceptado y del cristianismo nominal.
Si
tal historia, como se dice vulgarmente, fuera verdadera, se habría dado
ciertamente una justificación divina a la reverencia por la cruz. Pero si se
escudriña hasta el fondo esa historia, según la versión común de ella, se
encuentra que se fundamentó en una alucinación – alucinación, sin embargo, en la
cual creyó un hombre tan bueno como Milner.
El
relato de Milner es como sigue:
“Constantino,
al marchar de Francia hacia Italia contra Majencio, en una expedición que
posiblemente lo podría exaltar o acabar con él, se encontraba dominado por la ansiedad.
Así que creyó necesario que algún dios lo protegiera; él se sentía más
inclinado a venerar al Dios de los cristianos, pero quería una prueba
satisfactoria de Su existencia real y de Su poder; pero él no conocía los
medios para lograrlo, ni podía estar contento con la indiferencia atea a la que
se habían resignado tantos generales y héroes de su tiempo.
Oró
e imploró con tal vehemencia y porfía que Dios no lo dejó sin respuesta. Al atardecer,
mientras marchaba con sus fuerzas, apareció en los cielos, más brillante que el
sol, el trofeo resplandeciente de la cruz, con esta inscripción: ‘Vence con
esta.’
El y
sus soldados se quedaron atónitos ante la visión; pero él siguió reflexionando sobre
el suceso hasta que llegó la noche. Y Cristo se le apareció cuando dormía con
el mismo signo de la cruz, y le dijo que hiciera uso del símbolo como su
insignia militar.”
Tal
es el relato de Milner. Con respecto al “trofeo de la cruz,” serán suficientes unas
pocas palabras para demostrar que eso carece completamente de fundamento.