29 de agosto de 2013

LA MENTE CARNAL


Charles E. Newbold Jr.
La Babilonia espiritual se caracteriza principalmente por la idolatría de la mente carnal. Carnal hace referencia a la carne. La “carne” a menudo se refiere a esa naturaleza de pecado caída del hombre, que está en enemistad con Dios. La mente carnal es todo pensamiento, razón, lógica, imaginación, opinión, y especulación que se asocia a la vieja naturaleza caída adámica del hombre. Practicamos Babilonia cuando hacemos cosas conforme a nuestra noción más que conforme a la de Dios.
El apóstol Pablo explicó que los que hacen cosas conforme a la carne, ponen su mente en las cosas de la carne; pero aquellos que hacen conforme al Espíritu, ponen su mente en las cosas del Espíritu. “Porque los que son de la carne, piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios”. Romanos 8:5-7ª
El llamamiento del jardín trataba de que Adán y Eva ejercieran el poder de su propio intelecto, que Dios les había dado, para exaltarse a ellos mismos en sus propias mentes. Dios dijo a Adán que podía comer de todos los árboles del jardín excepto de uno. No había de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. “Porque en el día que lo comas, ciertamente morirás”, advirtió Dios. Génesis 2:16-17. Esta prohibición era clara y simple. Dios dijo lo que quería decir, e iba en serio. Eso debía haber dejado el tema zanjado.
Sin embargo, Satanás se deslizó hasta el extremo de su intelecto y razonó: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”: Génesis 3:4-5. El conocimiento del bien y del mal era un llamado a la idolatría de la mente. Una vez que se entregaron a la tentación y comieron de la fruta, sus mentes se hicieron carnales. Fueron transformados en una naturaleza que era distinta de la forma en que Dios los había creado.
Génesis 3:6 dice tres cosas sobre Eva: Vio que la fruta del árbol era buena para comer y que era agradable a los ojos, y deseable para ser sabio. Este versículo también nos dice que Dios creó al hombre con la capacidad de tomar decisiones, con el deseo de ser como Dios, y con la vulnerabilidad de ser engañado. Eva fue engañada con la posibilidad de tener conocimiento y de ser igual a Dios. Así que mordió la mentira y también se la dio a comer a su marido. Génesis 3:6.
La capacidad de tomar decisiones no es pecado. Es un don de Dios. Pecamos cuando tomamos decisiones contrarias a la voluntad de Dios. Pensamos que sabemos más que Dios. Por tanto, exaltamos nuestro conocimiento, lógica, razonamiento, opiniones, imaginaciones, especulaciones y toda cosa altiva por encima del conocimiento de Dios. 2ª Cor. 10:5. Ignoramos esa parte de la Palabra de Dios que no está de acuerdo con nuestras aspiraciones, expectativas, teologías y doctrinas. Creemos lo que queremos creer. Locamente nos hacemos a nosotros mismos Dios. Incluso hacemos que Dios sea como queremos que Él sea. Por tanto, estamos en rebelión contra Dios, así como Adán y Eva lo estuvieron.
Pablo escribió contra la arrogancia del conocimiento diciendo: “Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, así mismo se engaña”: Gálatas 6:3. De nuevo escribió: “Si alguien imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo” 1ª Cor.8:2.
 El Sistemade a Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr.

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