Virgilio Zaballos
Dar golpes de péndulo de
un extremo a otro es común en el ser humano, sea cual fuere la labor que
realice. Los ministerios espirituales
también. Podemos extremarnos hacia la “religiosidad y conservadurismo” o por el
contrario, “el sectarismo y exclusivismo”. Ninguno de ellos es la voluntad de
Dios. Las posiciones de autoridad son lugares de grandes riesgos.
Muchos para
evitar la responsabilidad renuncian al peligro y evitan la potestad que se les
delega. Otros tienen ambiciones de poder y lo buscan con diligencia para
imponerse a los demás. Sin lugar a dudas, Dios es el que mas arriesga cuando
delega autoridad en el ser humano.
Toda autoridad es dada
por Dios y debe ser ejercida bajo el dominio supremo del Dador (Ro. 13:1). La
autoridad que Dios delega a los líderes de la iglesia es para establecer el
orden divino y edificar Su obra. Debemos distinguir entre:
- Ejercer autoridad
(mayordomía)
- Ejercer dominio
(enseñorearse)
Los hombres con
ministerios espirituales deben ejercer la autoridad delegada por Dios viviendo
bajo autoridad, y con el fin de edificar y ordenar Su obra. Nunca tratarán de
enseñorearse de la congregación (2 Co.10:8 y. 13:10) ((Lc.7:7-10) (Tit. 1-5) “Apacentad la grey de Dios que
está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no
por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.
Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la
corona incorruptible de gloria” (1 P.5:2-3).
El Milagro de Una Vida Equilibrada - Virgilio Zaballos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario