Charles E. Newbold Jr
Mientras conducía a casa
un gélido día de invierno, después de compartir con algunos creyentes en
Georgia, yo seguía escuchando las palabras que retumbaban a mi alrededor: “Deja
el Ministerio”. La palabra era de lo más preocupante porque yo pensaba que ya
lo había dejado. Y sin embargo, ahí estaba, acosándome sin parar: “Deja el
Ministerio”.
Después descubrí el énfasis en el artículo:
“Deja EL Ministerio”. Sabía que se trataba de una palabra purificadora de Dios
obrando en mí. EL Ministerio, con el énfasis en el artículo “EL” y “M”
mayúscula, era una fortaleza dentro de mí que me habían pasado a través de
generaciones de tradición religiosa. Esta fortaleza es lo que llamamos estar en
EL Ministerio.
“¿Qué significa dejar EL
Ministerio?”, Pregunté a mi esposa Nancy. Como siempre, con una percepción muy
aguda, sabiendo que tenía que ver conmigo en particular, contestó
pensativamente,” Significa no sentirte responsable de la gente de los grupitos
a los que ministramos, haciendo un temario o un libro de todo lo que te viene,
sistematizando todo hasta convertirlo en una enseñanza formal, con la idea que
tienes de enseñarlo, comenzar una escuela ministerial, enviar circulares de
información, ni pastorear a nadie. Significa simplemente ser”.
“Eso lo entiendo”, le
dije, “pero no sé como parar. ¿Cómo paro lo que ha sido programado dentro de mí
desde mi infancia?”
Desde ese comienzo, el
Espíritu Santo abrió mis ojos para ver algunas cosas sobre EL Ministerio y
comencé a ser libre de las falsas expectativas que van junto con el hecho de
estar en EL Ministerio.
El Sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr
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