7 de noviembre de 2014

LA SILLA DE MANOS


Charles E. Newbold Jr

“Supuestamente era un tiempo de celebración”, recordaba Bill Shipman. “Estamos enviando a algunos líderes desde nuestra iglesia a Chicago para comenzar una nueva iglesia. Les inundamos de costosos regalos, ignorando las necesidades de los demás en medio de nosotros. Una pareja, necesitaba un refrigerador. Tenían que comprar hielo. Era un desequilibrio”, recordaba.
Bill, compartiendo una visión que tuvo del Espíritu Santo en referencia a esto, vio a estos hombres siendo levantados sobre llamativas y recargadas sillas de manos.

Las sillas eran doradas y tenían forma de espiral rizada, y con tapices elegantes que colgaban con borlas en la parte superior. Las sillas de mano parecían pesadas. Estos hombres estaban siendo levantados y llevados por los pequeñitos de la iglesia. Los pequeñitos estaban contentos de llevarlos en peso cuando comenzaron a atravesar un desierto.
El Espíritu Santo habló una palabra de advertencia a aquellos líderes que estaban siendo enviados diciendo, “Salís, pero salís en vuestra propia voluntad. No vais en Mi voluntad”.

Poco después de su marcha, yo vi que aquellos que llevaban a los líderes se debilitaban y las sillas de mano  se tambaleaban. La gente siguió intentando sostenerlos financieramente, orando por ellos, intercediendo por ellos, pero todo el mundo se cansaba cada vez más. Finalmente, cayeron exhaustos y tuvieron que soltarlas. Las sillas de mano se cayeron y de hicieron pedazos.

“Esos hermanos y hermanas en Chicago estaban pasando un mal momento financieramente,” dijo Bill. “Vendieron sus casas antes de marcharse. No hicieron el mejor uso de los recursos de Dios tal y como lo hicieron. Todo se hizo en egocentrismo. La gente comenzó a marcharse. No podían seguir sosteniéndoles por más tiempo. El liderazgo se sintió abandonado, pero no era abandono. Los niños nunca tenían que haber sostenido a los Padres; los padres son los que están hechos para sostener a los hijos”.

 El Sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr

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