Charles E. Newbold Jr.,
Jesús detestaba el deseo
de los fariseos de reconocimiento y como perseguían la admiración por ellos
mismo. “Antes, hacen todas sus obras para ser vistos de los hombres. Pues
ensanchan sus filacterías, y extienden los flecos de sus mantos”. Mat.
23:5. (Las filacterías eran pequeñas cajas de cuero que los fariseos sujetaban
de sus frentes, conteniendo citas de los primeros cinco libros de la Biblia).
Los Nicolaítas en muchas
tradiciones de iglesia hoy están seducidos por sus propias ansias de
auto-importancia, llevando collares clericales, vestimentas, ropajes con tiras
académicas en las mangas, y otras cosas semejantes para diferenciarse del
“laicado”. Al cardenal en la iglesia católico-romana, se le dirige como “Su
Eminencia” (de él), o “Su Eminencia” (de Ud.). Tal veneración de hombres es un
insulto a Dios. Jesús llamó a Sus discípulos hacia Sí, y les dijo como diría hoy, “Si alguno desea
ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.” Marcos 9:35.
El Sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr.,
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