11 de febrero de 2013

LA LEY Y LA IGLESIA


Michael Clark

Cada vez que usted entra en una discusión acerca de las leyes del Antiguo Testamento, como cristiano usted primeramente debe responder una pregunta y solo una: “¿Cumplió Jesús la ley y los profetas o no?” O déjeme ponerlo de esta forma: “¿Fue su sacrificio perfecto para nosotros o no?” Dejemos que el Hijo de Dios nos diga la respuesta. Jesús dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mt. 5:17).

La palabra griega kataluo en este versículo fue traducida abrogar. Quiere decir disolver, desunir, destruir, demoler, metafóricamente: derrocar, es decir, hacerla vana, quitarle el éxito, traerla a nada, subvertir.
 
La palabra cumplir fue traducida del pleroo. Quiere decir hacerlo completo, llenar, es decir, llenarlo hasta el tope para hacerlo abundante, proveer liberalmente, dejarlo completo: para que nada más sea necesario, medida completa, lleno hasta el borde, hacer completo algo particular, hacerlo perfecto, llevar algo hasta el final, cumplir lo que se dice, sean promesas o profecías hasta que se cumplan, se ratifiquen, o se logren. Jesús dijo que su vida y sacrificio en la cruz completó totalmente, y logró las demandas de la ley y los profetas. Por esto es que él pudo decir con su último aliento de moribundo: “CONSUMADO ES”.

La Ley y La Iglesia - Michael Clark

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