Michael
Clark
¿No
tiene el pueblo fe en la habilidad del Espíritu Santo para guiar, y guardar a
su pueblo en el poder de una vida cambiada y convencerlos de pecado cuando
fuere necesario? Si oye a los maestros en la iglesia de estos días, usted no
pensaría eso. Jesús prometió enviar ayuda en nuestro caminar con Dios.
Pero
cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; (Jn 16:13a)
Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. (Jn 14:26)
[Lea también 1 Jn 2:20,27)
Cuando
nosotros, como cristianos bien intencionados, nos predisponemos a ayudar al
Espíritu Santo dándoles a nuestros jóvenes en el Señor un juego de reglas para
mantenerlos en el camino pequeño y angosto, a menudo causamos mas daño que
bien. Recuerdo cuan escalofriante fue oír a un joven cristiano contándome lo
depresivo que fue para él probar un cigarrillo de marihuana de nuevo después de
ser salvo. “Sentí como la paz me dejaba y era realmente deprimente”, me decía.
El encontró por sí mismo como el Espíritu pudo guiarlo a caminar en la verdad.
Pablo
exhortó a la necia iglesia de los Gálatas: “Estad, pues, firmes en la libertad
con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de
esclavitud” (Gál. 5:1).
Si
realmente hemos nacido de arriba, tenemos un “jefe residente” viviendo dentro
de nosotros y no necesitamos el sistema legal religioso para mantenernos a
raya. El nos lleva con cuerdas de amor a hacer lo que es correcto, no con una
camisa de fuerza de legalismo. “Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y
conocéis todas las cosas” (1 Jn. 2:20).
Santos,
recuerden las palabras de Pablo: “…el cual [Cristo] asimismo nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la
letra mata, mas el espíritu vivifica” (2 Cor. 3:6).
La Ley y la Iglesia - Michael Clark
No hay comentarios.:
Publicar un comentario