Michael Clark, George Davis
Después
de su conversión, Pablo no consultó con carne y sangre sino que fue
a Arabia. El área llamada Arabia se extiende dentro del Gran
Desierto Sirio. ¿Dónde fue el primer lugar al que Dios guió a
Saulo para prepararlo para este gran llamamiento de su vida?
El
Espíritu lo condujo al desierto. ¿¡Dónde más iba a preparar
Jesús a una vasija escogida!? La amenaza común que encontramos en
las vidas de aquellos que Dios separa para Sí mismo para hacer Su
voluntad, es un extenso tiempo de desierto que mata todo lo
relacionado a su vieja naturaleza y coloca el Reino de los cielos en
sus corazones. El proceso de purificación del desierto es lo que
hace a un verdadero apóstol impermeable a las cosas de los hombres y
devoto a las cosas de Dios. No sabemos mucho acerca de lo que pasó
durante este periodo en la vida de Pablo, pero si sabemos que Dios
tuvo su trato con él y lo hizo estar listo para la obra que tenia
por delante en edificar SU reino.
Antes
de que Pablo retornara a Damasco, Cristo había sido formado en él.
Hoy todos quieren el poder, el título, y la autoridad que Pablo
tenía, pero pocos están dispuestos a ser tratados y probados en sus
propios periodos de desierto.
Pocos
están dispuestos a dejar que Dios los reduzca a nada y después
levantarlos en el carácter de Su propio Hijo. Muchos piensan que
ellos pueden usar las fuerzas de su hombre natural para hacer “la
obra de Dios”. A esto enfáticamente decimos, “¡NO!”
Isaías
profetizó de esta dicotomía cuando dijo:¿Quién
hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El
que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de
Jehová, y apóyese en su Dios. He aquí que todos vosotros encendéis
fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de
las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados (Is. 50:10-11)
El Sistema de la Iglesia Ramera - Michael Clark, George Davis
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