Virgilio Zaballos
Como hemos dicho, al buscar un trabajo no basta
nuestra palabra ni lo escrito en el papel; si no que se piden referencias de
las empresas donde hemos trabajado anteriormente. En el Reino de Dios ocurre lo
mismo. Dios pondrá a prueba nuestras palabras y obras para ver si son
verdaderas o falsas; genuinas o circunstanciales. Esto es muy importante
entenderlo porque a veces pensamos que con ser salvos, declarar nuestra fe en
Jesús, leer la Biblia y asistir a los cultos ya está todo hecho. Eso es bueno
para empezar, pero si se nos va a confiar el evangelio de Dios no podemos
escapar de ser probados y entrenados en la Escuela de Dios. Y este
entrenamiento muchas veces es muy diferente al que nosotros hemos pensado.
Ejemplo:
Esdras; “Porque Esdras había preparado
su corazón para inquirir la
ley de Jehová y para cumplirla,
y para enseñar en Israel sus
estatutos y decretos” (Esd.7:10).
Este sacerdote de la Ley de Dios primero preparó su corazón - estando en la
cautividad- para estudiar las Escrituras, para cumplirlas en su propia vida y
para enseñarlas en Israel. Tomemos buena nota del proceso que se sigue aquí.
Ahora bien, hemos dicho que Dios prueba
nuestros corazones y esa prueba tiene un ingrediente fundamental que es la
fidelidad. Ahora veremos que la fidelidad debe manifestarse en tres arcas
esenciales: Lo muy poco; en lo ajeno y en lo nuestro.
El milagro de una vida Equilibrada - Virgilio Zaballos
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