Virgilio Zaballos,
En el capitulo anterior vimos cuatro verdades
esenciales que deben emanar de nuestros corazones para mantenernos en
equilibrio. Ahora veremos una verdad mas que nos traerá un equilibrio
sostenido: La oración constante. Jesús vivió y enseño la necesidad de mantener una
vida constante de oración. Él es nuestro Modelo en todas las cosas y la vida de
oración es una parte fundamental en el llamamiento al discipulado. Esta verdad
dará respuesta a muchos de los azotes que enfrentamos en nuestro diario vivir.
Pero antes de aplicarle constancia a la oración, veamos algunos aspectos
fundamentales sobre la constancia misma, unos principios generales.
El milagro de una vida Equilibrada - Virgilio Zaballos,
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