George H. Warnock
Creo que la mayoría del pueblo de Dios sabe que éste es el tiempo de la cosecha. Pero, ¿hemos reflexionado seriamente en las muchas implicaciones que tiene el tiempo de la cosecha? Bien, debemos, por supuesto, salir rápidamente para recoger la cosecha antes de que sea demasiado tarde.
Pero, ¿qué pasa si esperamos a que Dios prepare y envíe…? Jesús dijo (y esto es algo que nuestras iglesias desconoces a menudo): “la mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envié obreros a su mies” (lucas 10:2). Porque, a menos que el Señor de la mies los envié, nosotros los enviaremos en vano y ellos irán en vano.
Si el tiempo de la cosecha, es el tiempo de recolección del grano. Es cierto. Pero, si es tiempo de la cosecha, es tiempo de la división y de la separación. Primero, las cizañas deben ser separadas del trigo. Y, como seguramente cuando esto empiece, vamos a oír los gritos que advierten al pueblo de Dios, para que tengan cuidado… “¡Esto no puede ser de Dios, porque el pueblo de Dios está siendo separado y dividido!” Dios sabe lo que está haciendo.
El unirá al pueblo de Dios en un solo cuerpo… pero, seguramente, El dividirá y separará el trigo de la cizañas. ¡Y sólo Dios puede encontrar la diferencia!
Si es tiempo de la cosecha, entonces el Labrador entrará en su huerto en busca del fruto perfecto, del grano perfecto. Este debe ser como la semilla como la semilla que se plantó en la tierra cuando Jesús se prefirió la voluntad del Padre antes que el cumplimiento de un glorioso ministerio mesiánico.
La fidelidad de Jesús para morir en obediencia a la voluntad de su Padre, es la garantía de Dios para usted y para mi - y para toda la tierra – de que en el día de la Cosecha, se producirá EL GRANO PERFECTO, EL GRANO SANO, EXACTAMENTE COMO LA SEMILLA QUE FUE PLANTADA.
Una vez más, como en la iglesia primitiva, afuera está el mundo entero que odia al Dios de cristianismo. Pero, ¿podemos culparlos? Porque el único concepto que ellos tienen de Dios, proviene de lo que han visto en el pueblo de Dios. Y, con demasiada frecuencia, no es muy edificante que se diga.
Cualquier etiqueta impactante que proclame que Dios está vivo, es un adminículo muy barato, y no causa impresión a la gente, pues no comunica lo que hay dentro de un verdadero cristiano. Pero cuando el espíritu Santo haya cumplido el encargo que le ha sido dado, y haya unido a los apóstoles de Cristo con Su Señor en una unión total y perdurable con El, el mundo va a conocer y a creer que ese Jesús es el hijo de Dios.
¡Una vez más, DIOS SERA JUSTIFICADO EN EL ESPIRITU! Y el Espíritu de Dios que vive y mora en absoluta plenitud en este HOMBRE corporal que está emergiendo en medio de la iglesia, hará ver a un Dios de virtud absoluta en la tierra. Cristo recibirá para Sí Mismo una iglesia gloriosa, sin mancha y sin arruga, o tacha… o cosa semejante. Y Dios habrá encontrado para Sí Mismo esa morada por la cual ha suspirado Su corazón desde la eternidad.
“Y yo Juan vi la santa Ciudad, Jerusalén la nueva que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido…Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios todo poderoso es el templo de ella, y el cordero” (Apocalipsis 21:2,22).
De la Tienda al Templo – George H. Warnock
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