Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


20 de julio de 2018

IRA Y COLERA


Charles E. Newbold Jr

Algunas de estas personas aprovechadas que gobiernan las iglesias pueden ser adictas inseguras al control, que necesitan mantener una sentido del orden en sus vidas para sentirse seguras. Pueden ser perfeccionistas que imponen su standard de perfección sobre los demás. Cuando las demás no cumplen los estándares de estas personas, se sienten frustradas y se encolerizan. La ira es parte de su arsenal de armas para manipular a las demás personas a su conformidad. El pastor Daniel era uno de ellos.

La iglesia del Pastor Daniel—y enfatizo que era “su” iglesia—servía como escaparate para su tendencia a actuar. Era un orador consumado, un ávido lector, y una personalidad cautivadora. Su aspecto era exquisito y su puesta en escena era muy profesional. Atraía a las masas y multiplicaba los miembros, pero no podía mantenerlos. “¿Por qué la gente se marcha por la puerta de atrás tan rápido como entran por la puerta principal?”, preguntaba.

No quería escuchar la verdad. Quería que fuera la culpa de “ellos”; no la suya. La gente se iba por el uso incorrecto de la autoridad. Era abusivo espiritual y emocionalmente. Después de todo, era “su” iglesia y nadie tenía permiso para hacer nada a menos que fuera invitado a hacerlo. Su iglesia era su teatro, su púlpito el escenario, y él era la obra. Los que tuvieran el mínimo pensamiento de contradecirle, especialmente si habían recibido una posición de liderazgo, se volvían sospechosos. Tenían que ser tratados, normalmente con un fuerte ataque verbal.

Dejar su iglesia no era una opción agradable. Los que lo intentaban, a menudo eran amenazados con el pensamiento de que se saldrían de la voluntad de Dios, y les sucederían cosas terribles. La lealtad de muchos en su membresía se basaba en el temor y en la intimidación.

Su esposa Jezabel alimentaba sus fervientes manipulaciones con las suyas propias. Gobernaba furtivamente detrás del trono de él. La mayoría lo sabía, pero nadie se atrevía a hablar una palabra. “¡Calla!” era la norma operativa en esta familia disfuncional extendida llamada iglesia.

El Sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry