Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


31 de enero de 2011

PURIFICADOS DE LA ESCORIA


C. H. Spurgeon

Y meteré en el fuego la tercera parte,
y los fundiré como se funde la plata, y
los probaré como se prueba el oro. Él
invocará mi nombre, y, yo le oiré y
diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová
es mi Dios.
Zacarías 13:9


La gracia nos trueca en metal precioso: después vienen como consecuencia natural el horno y el fuego. ¿Nos espanta esta visión? ¿Preferimos ser estimados sin valor alguno, como las piedras del campo, con tal de gozar de quietud y descanso?.

Esto sería escoger la parte más despreciable, como hizo Esaú renunciando a la alianza por un plato de comida. ¡No, Señor, antes ser lanzados al horno que arrojados de tu presencia!
El fuego afina los metales, no los destruye.

Seremos pasados por el fuego, mas no quedaremos en él. El Señor estima a su pueblo como a la plata; por eso quiere purificarlo de la escoria.

Si somos sabios, sabremos apreciar el proceso de la fundición, antes que rehusarlo. Nuestra oración ha de consistir en pedir, no que seamos sacados del crisol, sino que desaparezca la escoria.

¡Oh, Señor, Tú nos pruebas de verdad!
 A punto estamos de derretirnos bajo el calor de la llama. Sin embargo, éste es tu camino, y tu camino es el mejor.

Se tu nuestro sosten en la prueba y perfecciona la obra de nuestra purificación, y tuyos seremos para siempre.

Libro de Cheques del Banco de la Fe – C. H. Spurgeon.

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry