Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


17 de febrero de 2011

BIENAVENTURADOS SOIS CUANDO VITUPEREN…


Martin Stendal

 “Bienaventurados sois cuando os vituperen
y os persigan, y se dijere toda clase
de mal de vosotros por mi causa, mintiendo.
Gozaos y alegraos; porque vuestro
galardón es grande en los cielos; que así
persiguieron a los profetas que estuvieron
antes de vosotros” 

Esto resume el cambio de actitud que Jesús desea impartirnos. En lugar de sentirnos tristes por nosotros mismos y de compadecernos siempre que alguien nos hace pasar un mal rato, debemos aprender a transformar las dificultades en oportunidades.

Si reaccionamos ante los insultos y los agravios (especialmente en el ámbito de la familia) con misericordia, con amor y con justicia, es ciertamente posible para Jesús llegarse y tocar a otros por medio de nosotros.

Jesús nos dice que recibiremos una gran recompensa en el cielo. Por ejemplo, si su cónyuge no es cristiano y si soportando algunos insultos, persecuciones o acusaciones falsas, usted puede conquistar a su familiar con la misericordia y el amor de Jesús, ¿no querría usted el galardón grande de ver a su ser querido en el cielo por toda la eternidad?

Si por el Espíritu ponemos las bienaventuranzas de Jesús a obrar en nuestra vida, llegaremos a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. El propósito de ser la sal y la luz es para que los demás puedan ver nuestras buenas obras (los actos de misericordia y de justicia) y alabemos a nuestro Padre del cielo (reconciliándolos con Dios). Debemos ser cuidadosos para permitir que la gente sepa que es Cristo en nosotros el que está haciendo las buenas obras, y que nosotros no las hacemos sin Su dirección y ayuda.

Rescate su Familia - Martin Stendal

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry