Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


23 de abril de 2016

TODOS VOSOTROS SOIS HERMANOS


Davis y Clark 

Los fariseos querían ser vistos de los hombres. Ellos alargaban sus filacterias (cajitas de oraciones con versículos de la escritura adentro que eran llevadas en sus frentes y brazo izquierdo) como una muestra de piedad. Ellos también extendían los flecos de los bordes de sus mantos, de modo a atraer la atención de los hombres. Amaban el sentarse en la mesa principal en las fiestas y en lo lugares principales en las sinagogas. Ellos hacían tocar una trompeta en plazas para llamar la atención de todos cuando ellos iban a dar una limosna a algún mendigo.

Amaban las salutaciones que recibían en las calles, “Rabí, Rabí, Padre, Maestro”. Rabí era un titulo de dignidad no como muchos usan en el Cristianismo en estos días. Era uno de los títulos usados por los judíos para crear una jerarquía escolástica y colocar a sus maestros como distintos y superiores, nacido de la creencia de que esa posición conllevaba atribuciones especiales de poder y lugar. Sus actitudes de superioridad, acentuada por sus brillantes mantos y títulos honoríficos, los distinguían como el magnífico plumaje azul/verde y la larga cola de plumas del importante pavo real. Y a esta arrogante muestra de piedad nuestro Señor dio una advertencia:


“Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. (Mat. 23:4-12)

Yo Pues os Asigno un Reino - Davis y Clark 

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry