Necesitamos a esos fundadores de iglesias. ¡Y necesitamos a esos hermanos y hermanas! Dos necesidades muy grandes. No cabe duda de que si dispusiéramos de esos fundadores habría entonces gran cantidad de hermanos y hermanas, y remos con los que remar ¿Por qué no rondan por ahí fundadores así? Hay buenas razones.
La primera razón (y nadie parece dispuesto a hacer esto):
Todos los fundadores debieran crecer primero en una vida de iglesia de honesta para arriba, no teórica, viva, respirando a su libre albedrío, rebosante de libertad, exenta de legalismo, exenta de ley, antes de ni siquiera atreverse a plantar una iglesia.
Vive en la iglesia como un hermano normal. ¡Primero eso! La mayoría de los ministros no se detendrán a hacer esto. La mayoría de los ministros tienen dos o tres ideas en el subconsciente sobre el ministerio:
Una: tengo que salvar al mundo del infierno; no me puedo parar durante dos o tres años y ser un laico.
Dos: ¿yo, conseguir un trabajo? ¿Estás loco? ¡Me moriré de hambre!
Tres: acabo de tener una revelación. Comprendo estas cosas... así que, ¡las puedo hacer sin tener que parar mi ministerio!. Uno: No, no tienes que hacerlo. Dos: Es bueno para ti. Tres: No puedes.
Subestimas el trabajo y sobrevaloras tu habilidad. Siéntate durante unos años y deja que el clero se desprenda de ti. (Lo haces al trabajar para ganarte el sustento.) Descubre la vida de iglesia. Seguidamente arrodíllate y agradece a Dios que no lo intentaste hacer antes de que lo experimentaras.
Un poco de humildad, un tiempo de descanso, un tiempo de aprender en el mejor de todos los seminarios llamado ekklesia. Hasta el día de hoy, una temporada aprendiendo a experimentar a Jesucristo nunca hizo daño a un clérigo. Es algo demasiado radical de intuir para la mayoría de los hombres llamados por Dios, y más aún para intentarlo.
Cuanto más radicales son esos hombres, menor probabilidad habrá de que estén dispuestos a sentarse. ¡¿Cuándo, entonces, estarán dispuestos a moverse a un lugar más allá de lo radical?!
¿Fundadores de iglesias creciendo en iglesias fundadas de una forma tan rara antes de convertirse en fundadores? ¿Eso está de verdad en la Escritura? ¡Pues sí!
·Los primeros doce fundadores de iglesias experimentaron una vida de iglesia embriónica durante los cuatro años que vivieron con Jesucristo. Eso es lo que hicieron aquellos hombres –llamados por Dios– antes de levantar la iglesia en Jerusalén.
·Bernabé, Agabo, Esteban, Felipe, Silas y Judas, todos experimentaron la vida de iglesia antes de convertirse en obreros. Pero por favor, date cuenta que cuando estos hombres salieron las iglesias les respaldaban por completo. ¿Por qué? Porque la iglesia conocía de cerca a estos hombres y estaban entusiasmados con ayudarles. Los demás hermanos de la iglesia conocían a fondo a estos hombres... y les amaban y les respaldaban pasara lo que pasara.
Yo diría que una iglesia que está experimentando verdadera vida de iglesia apoyará a cualquier hombre en su medio que es llamado por Dios – y que haya vivido primero entre ellos – a menos que sientan que es una especie de algarrobo o a menos que sientan que es algo prematuro para él. A los santos que viven en la singularidad de la vida de iglesia les encanta ayudar a hombres así. (No, no a los algarrobos, a los otros.)
·Pablo se sentó cuatro años bajo Bernabé en la iglesia de Antioquía antes de partir en su primer viaje para fundar iglesias. La iglesia de Antioquía apoyó a Pablo cuando se fue. ¿Adivinas por qué?
Más tarde, al igual que Jesús había entrenado a doce fundadores judíos, Pablo entrenó a ocho fundadores gentiles. La forma en que Pablo hizo esto fue digno de un genio. Pablo escogió a caballeros que habían vivido en Iglesias gentiles.
Eran hombres que habían vivido en la vida de iglesia los que Pablo llamó a Éfeso para su entrenamiento. Cada uno de ellos había estado previamente en un cuerpo local de creyentes antes de ir a Éfeso. Todos y cada uno de estos hombres gentiles habían sido salvos y crecieron espiritualmente... en la vida de iglesia. ¿Está de veras esto en la Escritura?
Aristarco y Segundo fueron salvos y crecieron en la iglesia de Tesalónica.
Sópater: iglesia de Berea.
Gayo: iglesia de Derbe.
Timoteo: iglesia de Listra.
Tíquico y Trófimo: iglesia de Éfeso.
Tito: iglesia de Antioquía.
Hechos 20:4
Más tarde se unió a este número Epafrodito, que parece que se convirtió en la iglesia de Éfeso, aunque su ciudad natal era Colosas. (La ciudad de Colosas estaba a unos 165 kilómetros de Éfeso. Regresó a Colosas, Heriópolis y Laodicea, levantó una iglesia en cada una de las tres ciudades, y seguidamente se marchó.)
Todos estos hombres vivieron en la vida de iglesia antes de hacerse fundadores de iglesias. Todos fueron entrenados y se situaron bajo un fundador de iglesias. (Esto no es seminario, amigos.) ¡Todos esos hombres experimentaron la vida de iglesia antes! Únicamente Apolos no experimentó primeramente la vida de iglesia antes convertirse en obrero... ¡y Apolos era un dolor de muelas para todo el mundo!
Ahora ves por qué tenemos tan pocos hombres así y por qué necesitamos a semejantes hombres desesperadamente. ¿Alguien se apunta a una revolución? Querido lector, si eres un ministro o un joven estudiando en un seminario que se siente llamado por Dios, no abandones tu ministerio y te conviertas en un hermano normal y corriente en la vida de iglesia sólo porque parezca una buena idea, ni siquiera porque sea bíblico. Hazlo únicamente por revelación. Una revelación que te haga chirriar los dientes y temblar tu alma. Por favor, caballero, algunas cosas no consisten en su práctica. Son santas revelaciones que parten de Dios y llegan a ti.
El hecho de ver otra vez sobre la Tierra estos asuntos en novedad de vida –admirar a una iglesia profundamente espiritual levantada por unos hombres tan extraños como son los fundadores de iglesias nómadas– nos llama a todos nosotros a ir aún más allá de lo considerado actualmente como radical. Vamos a terminar aquí.
O eres un candidato para una revolución, o bien no lo eres. Si lo eres, hay libros que leer, cintas que escuchar... y puede que una iglesia o dos que debieras visitar para que puedas ver, de primera mano, que cosas como estas ocurren de verdad.
Mas alla de lo Radical - Gene Edwars
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