Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


7 de diciembre de 2014

HIPOCRESÍA


Charles E. Newbold Jr

Jesús detestaba la hipocresía de los Fariseos. “Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo. Más no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” Mateo 23:3.

La hipocresía es pretender algo por fuera que no existe por dentro. Es la pretensión de virtudes, principios o creencias que no son genuinos. Jesús dijo que los fariseos eran como sepulcros blanqueados, que parecen hermosos por fuera, pero que dentro están llenos de huesos de cadáveres y de inmundicia. Mat. 23:27. Él les llamó hipócritas. “Así  también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.” Mat. 23:28. De nuevo les acusó diciendo; “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!” Mat. 23:14. Lo que decían respecto de guardar la ley de Moisés era correcto, pero su fracaso en hacer lo que esperaban que otros hicieran, no era correcto.

Así sucede en “EL Ministerio” hoy. Los que están tras los púlpitos pueden clamar para que todo el mundo a su alrededor sea puro sexualmente, mientras que pretendiendo serlo ellos mismos, no lo son. Pueden predicar en contra del tabaco, la bebida, la blasfemia y el baile, pretendiendo ellos mismos ser santos, aunque no lo son.  Pueden llamar a qué otros confiesen sus pecados, pero ellos esconderán los suyos propios por temor de lo que los demás puedan pensar.  Pueden condenar a los políticos por hacer el mal, aunque ellos continúen haciendo lo que es más abominable para Dios—practicar sus manipulaciones (brujería) sobre “su” pueblo.

El clima completo de la iglesia está cubierto de hipocresía. La iglesia debería ser el lugar al que podemos ir y sentirnos lo suficientemente seguros de ser nosotros mismos, pero no lo es. Nos ponemos nuestras máscaras y nos escondemos detrás de nuestras sonrisas de domingo por la mañana, el tiempo suficiente para cumplir nuestras obligaciones con Dios, sentirnos bien de hacerlo, e ir a la cafetería antes de que los metodistas dejen salir. La iglesia del domingo por la mañana tiene muy poco que ver con como vivimos el resto de la semana.

 El Sistema de la Iglesia Ramera -Charles E. Newbold Jr

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry