Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


25 de marzo de 2013

NUESTRA IDOLATRÍA ES PROSTITUCIÓN ESPIRITUAL


 Charles E. Newbold Jr.
 
Cuando la novia se prostituye, se convierte en una junto con la ramera, y distinguir a la novia de sus prostituciones se hace difícil. Si te prostituyes, te conviertes en ramera. El apóstol Pablo escribió: “¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne Pero el que se une al Señor, un espíritu es con Él. “ 1ª Cor. 6:15-17.

Pablo estaba escribiendo a los creyentes corintios, que eran, junto con todos los santos en todos los lugares y en todos los tiempos, la novia de Cristo. Una novia es femenina en género. Una ramera es femenina en género. No pretendo ningún menosprecio hacia alguien que esté sexualmente roto, pero cuando la novia de Cristo se une a la prostitución del Yo, opera en el espíritu perverso del lesbianismo espiritual y en la práctica del sexo con el yo. Nos llenamos de “ambición con nosotros mismos” más que con nuestra relación sacrificial con nuestro novio, el Señor Jesucristo. Él está celoso de eso.

 El Sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr.

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry