Douglas Weaver
Con Abel muerto y Caín lejos
de la presencia de Dios para establecerse y edificar sus propias ciudades,
llegamos al nacimiento de Set. El nombre de Set significa escogido. Eva le dio ese nombre porque “Dios ha escogido otra
simiente para mí en lugar de Abel, a quién Caín mató.” Set también tuvo un
hijo, y le llamó Enós (Griego Enos.
“Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre del SEÑOR”. (Génesis
4:25-26)
La lectura marginal del versículo
dice, “Entonces comenzaron los hombres a llamarse con el nombre del Señor”.
Pensamos que ésta es la traducción correcta. En los tiempos de Enós, los
verdaderos seguidores de Dios comenzaron a llamarse a sí mismos “los hijos de
Dios”. La otra rama de la familia de Adán, los hedonistas descendientes de
Caín, fueron los hijos de los hombres. Dios más tarde se referiría a ellos como
carne.
“Y dijo Jehová: No contenderá
mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas
serán sus días ciento veinte años.” (Génesis 6:3)
Como indica Adam Clark:
¡Qué carácter tan horrible da
Dios a los habitantes del mundo antediluviano! Eran carne (v. 3), completamente
sensuales, los deseos de la mente inundados y perdidos en los deseos de la
carne, sus almas sin discernir ya más su alto destino, siempre preocupados con
cosas terrenales, sensuales, brutales y convertidos en carne; encarnados para
no retener a Dios en su conocimiento, y viviendo solo en busca de la obtención
de su parte en esta vida.” 3
La corrupción final de la
raza pre-diluviana ocurrió cuando el linaje de Set (los hijos de Dios) comenzó
a casarse con las hijas de los hombres (el linaje de Caín). Edersheim amplía
esta corrupción abierta del hombre cuando escribió:
“La corrupción de la
humanidad alcanzó su punto álgido cuando incluso la diferencia entre los
setitas y los cainitas fue eliminada por los casamientos entre ambas partes, y
eso, por motivos sensuales. Leemos que los hijos de Dios vieron a las hijas de los
hombres, que eran buenas; y tomaron esposas de entre ellas, según su elección”.
En ese momento, la tierra debía estar muy poblada, y su estado es descrito de
la siguiente manera, “Y vio Dios que la maldad del hombre era grande en la
tierra y que toda la imaginación del pensamiento de su corazón era
continuamente el mal.”
Génesis capítulo seis nos
describe como esta mezcolanza produjo un conflicto y una violencia aún mayores
entre las razas. Tan profunda era la corrupción que Dios se lamentó de haber
creado al hombre.
Como resultado, Dios se
propuso comenzar de nuevo. Trajo juicio a la tierra en forma de un gran
diluvio, salvando al único justo y a su familia. El nombre de esta persona era
Noé. Su nombre habla de su llamamiento y destino; porque significa reposo. Casi todos los niños conocen la
historia de cómo Dios juzgó al mundo por agua. El arco iris representa la
promesa de Dios de nunca volver a juzgar la tierra por agua.
Dios comenzó a preservar la
pureza mediante la separación. Llamando a un pueblo hacia Si mismo, preservó a
un remanente. El llamado fuera o éxodo de un remanente de la influencia
corrupta del mundo es la forma que Dios tiene para avanzar Sus propósitos
redentores.
El Nuevo Exodo - Douglas Weaver
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