Mateo 23:13 “Mas ¡ay de vosotros, escribas (escribientes de encíclicas, bulas, catecismos, estatutos doctrinales, decretos, libros, etc.) y fariseos (religiosos), hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos (gobierno de paz) delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.”
Lucas 11:52 “¡Ay de vosotros interpretes de la ley! Porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.”
Lucas 11:52 “¡Ay de vosotros interpretes de la ley! (interpretando amañadamente cambiaron el sentido de la instrucción divina) Porque habéis quitado (el mandamiento de Dios para en su lugar colocar la tradición de la religión) la llave de la ciencia (el conocimiento de Dios, sin el cual es imposible ministrar al pueblo); vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis (diciendo que son los representantes de Dios, y que por lo tanto, su razonamiento es la dirección de Dios para los hombres).”
Es fácil advertir cómo ellos que tan duramente enfrentó Jesús, son los mismos que hoy se presentan en nuestra sociedad como los representantes de Dios conquistando al pueblo con una práctica llamada por la escritura Nicolaismo (de nikao: "conquistar" y Laos: "el pueblo"); esta forma de sometimiento o conquista no tiene ningún respaldo bíblico, de la misma forma, tampoco se encuentra un texto que le dé fundamento a la construcción de una maquinaria jerárquico-piramidal, sino, por el contrario, Dios estableció algo a lo que llama: el sacerdocio de todos los creyentes, un cuerpo horizontal en cuya cabeza solo se encuentra Cristo, quien denunció, no solo los pecados de a quienes ellos llaman despectivamente “laicos”, sino que con mucha vehemencia denunció la iniquidad de a quienes ellos llaman "casta clerical”, ya que se consideran así mismos como una raza especial de ovejas de mayor pedigrí.
Ahora bien, Dios coloca su autoridad sobre los que El llama para servir, y es en ese sentido que se debe entender la palabra ministerio, mas no desde el punto de vista jerárquico, como lo entiende la política. Es como un papá de familia, por ejemplo, que deja al hijo menor al cuidado de su hermano mayor, esta temporal tutoría no lo faculta para colocarse por encima de su papá, ni mucho menos le otorga facultad de intermediar, lo único es que lo hace responsable de su hermano menor mientras él se retoma el señorío de su papá, que entre más rápido sea, será mejor. Dios no instauró una clase sacerdotal y profesional que intermediara entre Dios y los hombres, y que gozara de especiales privilegios, pues Cristo sumo sacerdote y único modelo, nunca participó en lo que hoy participan los que vanamente pretenden representarlo, por el contrario, todo esto le causó singular repulsión.
La religión produce prosélitos, es decir, adeptos o seguidores de líderes humanísticos-religiosos (que tienen apariencia de piedad), cuando lo que Dios quiere es Hijos, personas que dependan del Padre, que a través de esa relación, lleguen a esa condición filial debido a que no nacemos con ella, y es por esto que El dice, que cuando lo recibimos somos adoptados como hijos.
Efesios 1:5 “…el cual nos señaló desde antes el camino para ser adoptados en hijos por Jesús, el Cristo, en sí mismo, por el buen querer de su voluntad…”
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