Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


29 de agosto de 2013

OTRO ESPIRITU


Davis y Clark
La palabra griega para espíritus es pneuma, la cual quiere decir “Viento” o “soplo – aliento”. “El espíritu”, como el viento, es invisible, inmaterial, y con todo es poderoso. Si bien usted no puede ver el viento, puede ver sus efectos. Si bien es invisible, el viento es la fuerza más poderosa en la naturaleza. Asimismo, también el Espíritu de Dios es invisible e inconmensurablemente poderoso. Y sus efectos, de la misma manera, insondables. El espíritu es aquello que inspira y anima una cosa. Y así, en un sentido real, las acciones manifiestan la naturaleza espiritual de una cosa. Pneuma también habla de propósito, y de un objetivo (un blanco). (2 Cor. 12:18)  Pneuma es aquello que vivifica una cosa, y consecuentemente produce pensamientos y acciones.
 
Así como el fruto del Espíritu Santo es “…amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza…” (Gál. 5:22-23), así este “otro” espíritu, diferente o falso, tiene su propio fruto. Cada espíritu tiene su propio fruto, santo o inmundo. El fruto del “otro espíritu” es esclavitud, miedo, orgullo, y tiranía. Se manifiesta en la ambición por conquistar para traer a otros bajo el control de la carne. “…y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” (2 Cor. 3:17). Yo creo que la cristiandad de hoy en día vive tanto por el Espíritu Santo como por otro espíritu. Resultando en una especie de cristianismo del tipo Dr. Jeckyl y Sr. Hyde.  Un momento todo es amor, gozo, y paz; y de repente todo es peleas, orgullo de auto exaltación, y abusos de todo tipo. De repente como si nada se desata todo el infierno.
Es del todo demasiado fácil para Satanás frustrar la obra de Dios a través de individuos que son guiados por otro espíritu. Alguien inevitablemente se levantará con el diseño de traer la obra y atarla bajo su control y poder atraer a los discípulos hacia ellos mismos, tomando aquello que pertenece a Dios y a otros, y malgastándolo en sus concupiscencias. Y por último, le abofetearan en la cara si es que usted intenta corregir la situación. Este otro espíritu es un espíritu de conquista, que usa el miedo para controlar, e imponer miedo a ser reprimido o ser rechazado.
Cualquier intento de motivar una acción a través del miedo no está de acuerdo al plan de Dios para la obediencia. Dios mismo no va a violar la voluntad del hombre, porque si hace esto, él violaría un principio básico de amor. El amor requiere la voluntad de una respuesta; una respuesta que no es producida por las amenazas del miedo. El perfecto amor echa fuera el temor, el miedo. El miedo contiene tormento, y nunca fue el diseño de Dios de atormentar al hombre para que obedezca, sino darnos otro Espíritu deseoso de obedecer al Espíritu de su Hijo, clamando Abba Padre – ¡Papá querido Papá! El nos ha dado el Espíritu de su Hijo; no un espíritu de temor y miedo, sino uno de amor.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Rom. 8:15)
El espíritu de esclavitud y temor, u otro espíritu, es utilizado por hombres religiosos quienes no dudan en encadenar y atar, aun usando como motivación la amenaza que Dios lo va a agarrar a usted si usted no se somete. Usan y abusan del nombre del que nos ama tanto que nos ha dado su único Hijo. ¡Cómo podemos atrevernos a usar Su nombre para amenazar a la gente a que obedezca, mostrando a Dios como enojado e impaciente esperando retribución! De acuerdo con el autor del libro de los Hebreos, debemos “… considerarnos   unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras…” (Heb. 10:24) Debemos proveer amor, no temor. Esto es el porqué aquellos que se mueven por medio de este “otro espíritu” deben predicar a “otro cristo”; uno más severo y demandante, imponiendo respuesta por medio del temor. El miedo es la base de todo gobierno terrenal. (Rom. 13:4) Sin embargo, el amor es el factor necesario en el reino de Dios; un amor que echa fuera el temor.
No hay temor en el amor (1 Jn. 4:18). Más aun, el amor que ha madurado o que ha crecido completamente, reprende y remueve de lugar al temor. El que tiene temor, no ha experimentado la perfección del amor.
El amor de Dios vence inclusive al más grande de todos los temores: el temor a la muerte.
Hasta el punto que aquellos que tienen este amor voluntariamente darán su vida por otros. Es un amor que remueve totalmente aun el instinto básico de supervivencia. Es claro que este otro espíritu aquí mencionado por Pablo, es el mismo espíritu de conquista que dio fuerzas a la inquisición. Jesús advirtió a los discípulos con respecto al espíritu que inspiraba a la religión de los fariseos, diciendo: “Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios”. (Jn 16:2)
Fue ese mismo espíritu, el que llevó a Saulo de Tarso a escribir:
Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas. (2 Co. 11:20)
Si alguno os esclaviza: bajo su control.
Os devora: malgasta sus bienes materiales – es insaciable.
Toma lo vuestro: los pone en cautiverio – les roba la libertad.
Se enaltece: orgullo – espíritu del anticristo.
Os da de bofetadas: tiranía.
Aquí hemos descrito algunas de las características de este otro espíritu.
Es un espíritu de conquista. Un espíritu que pone a uno bajo el control del líder dominante. Muy parecido a un lobo…. Este otro espíritu se aprovecha de todo y lo usa para mal por codicia. Es un espíritu que usa a la gente y a sus posesiones. Es un espíritu que se auto transforma, así como los mensajeros de este espíritu se transforman ellos mismos de la misma manera que Satanás se transforma en angel de luz.
Es un espíritu de robo; que toma lo que le pertenece a otro.
La palabra tomar (lambanw lambano lam-ban’o) significa “tomar, echar mano de, agarrar, tomar por habilidad (del tipo usado como cazar o pescar algo, etc.) envolver algo por habilidad o fraude.” Tomemos por ejemplo la pesca con mosca. El pescador hace volar su anzuelo simulando el vuelo de una mosca, que es la clase de comida a que ese tipo de pescado está acostumbrado a comer.
La mosca artificial luce buena, pero es mortal si usted es un pez.
Ustedes son los que permiten si un hombre los esclaviza a sí mismo, si un hombre malgasta y derrocha sus pertenencias, despojándole de sus bienes materiales. Si un hombre, quiere para sí mismo lo que es de ustedes, reclamando que es de él. Si un hombre es levantado con orgullo bien alto, si un hombre los abofetea en el rostro. (2 Co. 11:20) (Mi propia traducción)

Reemplazando a Jesús - Davis y Clark
 

No hay comentarios.:

"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry