Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


29 de agosto de 2013

EL REINO DE DIOS ES JUSTICIA


George Warnock
Antes que nada, es un Reino de Justicia, porque sin justicia-sin la justicia de Dios—no puede haber paz verdadera. Y sin justicia y paz no puede haber verdadero “gozo” en los corazones de los hombres.
Ahora bien, la “justicia” es un don gratuito de Dios y nos llega mediante las operaciones de Su gracia:
 
“Para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.” (Rom. 5:21). El Reino de la justicia ha invadido al reino del pecado y de la muerte. Hay mucha clase de reyes, gobernadores y dictadores tanto en el mundo como en la Iglesia—pero sobre ellos, hay un potentado mayor que tiene la autoridad final, y es la Muerte. Hay un breve reinado de gloria y de poder y después se acaba todo. Todos arrojan sus coronas al trono de la Muerte. Los reyes en la Iglesia hacen lo mismo. Puede que gobiernen y reinen en esplendor, que tengan grandes seguimientos, que atraigan a las masas a su sometimiento, que reciban honra y adoración de las multitudes—pero tarde o temprano ellos mismos tendrán que someterse a un potentado mayor, la Muerte.
 
Pero cuando el Reino de los Cielos esté ciertamente haciendo incursiones en las vidas de los hombres, los siervos de Dios comenzarán a reinar en vida por causa de la operación de la Cruz en sus vidas. La justicia es ministrada en los corazones de los hombres y la “gracia reina por la justicia para vida eterna”. Sin una ministración de justicia por parte del Espíritu Santo, no habrá un fundamento permanente para la “paz” y mucho menos para el “gozo”. Generalmente este orden es invertido porque—hablando de forma general—los reinos de la Iglesia se basan en principios del mundo.

El “gozo” es la búsqueda del mundo, por lo que se ha convertido en piedra angular de nuestras reuniones de Iglesia. La música es como la música del mundo y está diseñada para traer gozo. Los jóvenes son atrapados por los placeres del mundo, por lo que añadiremos placeres mundanos a nuestros servicios religiosos. Tendremos música mundana y juegos mundanos en las reuniones de Iglesia y de este modo, podremos conseguir que un número mayor de jóvenes se involucre en nuestras actividades de Iglesia. Y a todo eso lo llaman “el Gozo del Señor”. En muchos casos, es como “el estrépito de los espinos debajo de la olla.” (Eclesiastés 7:6).
Ahora bien, ¿Qué es la justicia? ¿Las buenas obras de la gente? No realmente.
“Cristo Jesús… nos ha sido hecho… justicia” (1ª Cor. 1:30).
Esto pone a todo el asunto bajo una luz completamente diferente. Es cierto que ha de haber buenas obras. Pero no son buenas obras realmente delante de Dios a menos que sean fruto de la operación de Cristo Mismo en medio de nosotros. Sólo cuando permanecemos en Cristo, es su justicia revelada en nuestras vidas.  Sólo al caminar Cristo en Su Pueblo—guiando, motivando, potenciando y manifestando Su propia vida, seremos realmente una manifestación de la justicia de Dios en la tierra.
 
Podremos sacar adelante programas muy impresionantes—religiosos o de otra índole. Podremos predicar, evangelizar, e involucrarnos en toda clase de actividades cristianas. Pero si es por causa de celo humano y no por causa del fruto de la justicia de Cristo en nuestras vidas—si no es porque estamos “trabajando junto con Dios” en el “yugo” de Cristo—todas estas obras maravillosas serán como “trapos de inmundicia” delante de Él, y no servirán de nada en el día de Cristo.

Coronado con Aceite - George Warnock
 


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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry