Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


23 de diciembre de 2011

SIGUIENDO A CRISTO


George Davis y Michael Clark

“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” Filipenses 3:12-14)

Habiendo tomado la cruz sobre sus hombros, Pablo ahora proseguiría hacia la meta del supremo llamamiento, es decir, avanzar en su conocimiento del Señor. Pablo rehusó la actitud soberbia tan común en los círculos religiosos, de siempre afirmar haberlo conseguido ya. En su lugar, reconoció que todavía no había obtenido la perfección y que por tanto, tenía que seguir hacia delante.

“Yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado”. Una cosa tenía que suceder antes de que Pablo pudiera apreciar el premio que tanto deseaba. Tenía que abrazar ESA COSA que le faltaba. Tenía que asumir esa actitud radical de corazón que le da la vuelta a los padecimientos y lleva a un olvido de las cosas que quedan atrás.

“UNA COSA hago”, dijo Pablo. Pablo escogió olvidar esas cosas que se habían atrincherado en él, y que le habían mantenido ciego como a Sansón, y atado al molino del Judaísmo, sin progresar nunca sino siempre dando vueltas, pisando la misma rutina cada día, cada semana, cada mes y cada año. A menos que olvidemos, no podremos avanzar. A menos que olvidemos esas cosas que quedan atrás y que nos extendamos hacia las cosas que hay delante, nunca podremos avanzar hacia la meta del supremo llamamiento. SI no nos negamos a nosotros mismos y tomamos la cruz, no podremos seguirle.

La Cruz y el Fruto - George Davis y Michael Clark

No hay comentarios.:

"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry