Amados, creo que es inevitable que cada uno de nosotros individualmente seamos llevados a una penetrante y severa crisis. Esta crisis no es una experiencia de una vez para siempre, sino más bien una entrada a una vida de crisis continuas.
Creo sin embargo, que debe haber una crisis inicial en cuyo momento nos demos cuenta que el Señor no aceptará absolutamente nada menos que la expresión de Cristo y todo lo que es de Él y por Él, en todo lo que decimos y hacemos.
Con frecuencia, esta crisis inicial no sucede cuando nos hacemos cristianos por primera vez. Pero sin embargo, el fiel Buen Pastor llevará a cada uno cuyo corazón tenga verdadero anhelo por Él, a esta experiencia precisamente. Entonces, por medio de Dios la revelación ha de ser guardada, resultando en una crisis continua de ver la demanda sin responder de Dios, de la preeminencia de Cristo en todas las cosas.
¿Cómo afecta esta crisis a nuestras vidas en términos de la “enseñanza” y la “verdad” que recibimos? Amados, muchos son ricos en verdades objetivas, sentados bajo grandes enseñanzas y habiendo leído a grandes autores, pero muy poco familiarizados con la realidad de esta crisis.
Mucho, si no una gran parte de la vida cristiana completa, sigue bajo el gobierno del hombre natural, siendo potenciados por los impulsos de la criatura y siendo ordenados por la sabiduría de la mente carnal. Sin embargo, al mismo tiempo, la mente es extremadamente ejercitada y llenada de gran verdad objetiva.
Aquí mismo yace el gran problema—el problema que tanto preocupa al Señor. La verdad objetiva no significa nada para el Señor y no le da gloria a Cristo si el administrador de la verdad sigue siendo la criatura, vía el hombre natural y todas sus inclinaciones—a saber, la naturaleza religiosa, la atracción por “hacer” algo para Dios, etc. Mucho de la obra que hay hoy es esto de hecho—pero es difícil de reconocer porque está escondida bajo la verdad objetiva que a primera vista parece ser tan correcta.
Así, el Señor, a Su propio modo y soberanamente, va a encender los focos y a “buscar a Jerusalén con lámparas” para descubrir donde esta condición está presente. Muchos se ofenderán ante el trato de Dios porque sólo verán la verdad objetiva que está presente, que en sí misma y por sí misma no es incorrecta, pero fallarán en ver que la vida potenciadora detrás de la verdad, es rechazada por Dios.
A través de duros tratamientos, el Señor va a distinguir claramente entre lo que es limpio y lo que es impuro. Cuando lo que sea impuro (la vida de la carne) lleve el testimonio de la verdad objetiva, el Señor está en contra de ello, aunque pueda usarlo para extender Su propio Reino. Jesús dijo, haced lo que dicen los Fariseos, porque se sientan a enseñar las Escrituras. Pero no participéis de lo que son, porque es causa de su hipocresía.
Tenían una verdad objetiva, pero la Verdad no los tenía, y consecuentemente, aunque proclamaban la “verdad”, estaban siendo motivados por el mismo espíritu del potencial humano. En nuestro día, el Señor va a exponer una gran fortaleza de Satanás, acechando en medio incluso de aquellos que están firmes en cuanto a las “verdades” más sagradas y profundas, es decir, donde la verdad objetiva se enseña, pero al mismo tiempo el espíritu del potencial humano está controlando y motivando desde el interior.
Cómo necesitamos que el Señor nos conceda continuamente Su gracia para que podamos ser capacitados para estar firmes con Él y para ser continuamente influenciables en Sus manos, para que la operación de Sus propósitos pueda tener una expresión completa en nuestras vidas.
Sólo al recibir del Señor Jesús la gracia necesaria, podremos vivir diariamente en todo lo bueno de esa crisis—que en verdad, todo lo que digamos y hagamos brote de esa bendita Vida celestial que nos fue impartida por el nuevo nacimiento, y que la preeminencia de Cristo pueda ser establecida en nuestras vidas para la gloria de Dios.
El Espíritu del Potencial Humano - Phil Beach Jr
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