Como ya hemos discutido detenidamente, la vida natural que recibimos de Adán, tiene el poder para crear toda clase de obras y hechos religiosos junto con algunos sistemas de religión con muy buen aspecto (sólo en lo externo).
Sin embargo, todas estas obras altruistas y estos hechos religiosos, se originan de lo terrenal de la vida carnal, y son todos ellos sin excepción, destinados a ser rechazados por el Señor como no aptos para ser parte de Su amado, e incapaces de contribuir de ninguna manera a la preparación de las bodas.
Esta es el significado del fracaso en encontrar una ayuda idónea para Adán de entre todas las cosas que fueron formadas de la tierra.
Dios nunca encontrará algo adecuado para Su Hijo en esas cosas que se han formado del polvo de nuestra propia calidad terrenal, del fruto de nuestras mentes carnales, o de las obras de nuestras manos carnales, creando nuestras pequeñas iglesias religiosas, y nuestros programas carnales y del alma.
¡Ninguna cosa perteneciente a este ámbito es acepta para Dios! Las vacas sagradas que hemos creado con nuestras propias manos deben ser destruidas si vamos a ver claramente el placer exclusivo del Señor, Aquella que es Su deleite, y que es únicamente la fuente de la que Él se asegurará ser una amada ayuda idónea.
Que el Señor abra nuestros ojos para ver todas las cosas que estamos todavía haciendo en un intento por nuestra parte de ganar mérito o incremento espiritual, y que podamos ser librados de nuestra excesiva afición por las obras de nuestras propias manos, viéndolas por lo que son realmente—porquería, basura y nada menos que obras sin fruto a las que hay que renunciar absolutamente, con gran contienda derramada sobre las mismas.
Hasta que esto suceda, estaremos muy limitados para ver aquello que el Señor persigue verdaderamente en una esposa para Su Hijo, y seguiremos echando a perder Su obra y estorbando Su intención, obligándole a seguir trayendo fuertes medidas disciplinarias hasta que abandonemos todos los esfuerzos, no importa cuál sea su expresión, ¡de ofrecer a Él lo que procede de lo terrenal en nuestras vidas naturales!
Amados, recordad que la carne se forma con mil obras capaces de imitar, falsificar y enmascararse como la vida de Cristo que se nos da en el nuevo nacimiento, y que se forma en nosotros por la operación del precioso Espíritu de Jesús.
El hombre en su “mejor o máxima capacidad” es con frecuencia mucho peor que el hombre en “su peor capacidad”. No sólo son las obras malignas de la carne, esas obras repulsivas de pecado que mencionamos antes, que son malditas.
Las obras “buenas”, “bonitas”, de la carne, son igualmente malditas y rechazadas por Cristo. Es la totalidad de la carne, cualquier cosa que sea de la tierra, que es el área de trabajo de espíritu del potencial humano, y lo que él pretende traer a la casa de Dios, sean los pecados obvios o las cosas bonitas de la carne. “Cualquier cosa” dice el diablo, “¡siempre que se de la carne y no una manifestación de Cristo y de Su vida!”.
El Espíritu del Potencial Humano - Phil Beach Jr
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