Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


21 de septiembre de 2012

¿QUE PASO CON EL EVANGELIO A LOS POBRES?


Davis y Clark

Si vamos a tener poder del Reino para ser ministros de Cristo, nosotros también debemos vencer esta misma tentación. Si no, nunca podremos estar con Jesús y decir, “El Espíritu del SEÑOR está sobre Mí porque Me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres, Me ha enviado a los quebrantados de corazón, a proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos. A liberar a todos los oprimidos, a proclamar el año agradable del SEÑOR.”

“Anda suelta en la iglesia la extraña noción de que las iglesias sólidas que son independientes no pueden plantarse entre los pobres, al menos no sin unas pesadas subvenciones y liderazgo de iglesias más ricas. Hay verdad en esto—si lo que queremos decir es iglesias modeladas conforme al patrón institucionalizado  tradicional de edificios muy costosos y organización burocrática. Pero si nuestra preocupación es plantar iglesias del Nuevo Testamento, lo mejor será que echemos un segundo vistazo al evangelio del Nuevo Testamento, y lo que dice respecto de los pobres.

” Hoy día, plantar iglesias en realidad trata de ministrar a los ricos solamente. Los que plantan iglesias estudian la demografía de la comunidad para evitar a los pobres y necesitados. Pronto expulsan a las ovejas con problemas reales viéndolas como gente “con un alto costo de mantenimiento”. Hoy, el crecimiento de iglesia y el plantar iglesias trata exclusivamente del éxito material, y la maquinaria de los que plantan iglesias saca poco provecho de estos necesitados. Qué distinto es todo esto del consejo de Santiago, que escribió las siguientes palabras: Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. 2 Porque si en vuestra congregación  entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, 3 y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; 4 ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? 5 Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? 6 (Santiago 2:1-6)

Nosotros damos honra a los ricos que son pobres en fe y explotamos a los pobres que son ricos en fe.

Todo esto solo va de honrar las técnicas del marketing moderno. Considera estas advertencias de Jesús por un momento al considerar los méritos de la mercadería y de la Iglesia: “y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.” (Juan 2:16) “Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las  bodas. 5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios” (Mateo 22:4-5)

 La iglesia apóstata se ha prostituido y está en la cama con los mercaderes del mundo, sin más vuelta de hoja. ¿Por qué estamos ciegos que no podemos verlo?

Tenemos que tomar nuestra decisión de seguir al Cordero por donde quiera que Él vaya. Ni quedó piedra sobre piedra en el Templo de Herodes, que había sido el hogar del bazar de Anás antes de que Jesús profetizara su destrucción. Ni tampoco quedará piedra sobre piedra en la casa de Babilonia la Grande, y sus hijas, que hacen mercadería de las cosas de Dios. El Padre está separando el trigo de los abrojos, lo santo de lo profano, las ovejas de las cabras, los justos de los injustos, y las vírgenes sabias de las vírgenes necias.

El Padre tendrá muchos hijos maduros en Su gloria, el Hijo tendrá una esposa gloriosa completamente dedicada a Él y el Espíritu tendrá Su glorioso templo hecho de piedras vivas. Existe la Iglesia y la iglesia. Existe la ramera y la esposa. Todo el mundo parecerá estar en el mismo barco en este tiempo, pero no es así para los que hayan salido de ella (Apocalipsis 18:4). Recuerda que son los puros de corazón los que verán a Dios como Él es. Es la esposa de Cristo la que se prepara para Su Reino, rehusando la influencia de las riquezas de este mundo. ¿Buscaremos un reino para nosotros mismos en esta tierra, o daremos oído al consejo del escritor de Hebreos?

“Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. 13 Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio; 14 porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.” (Hebreos 13:12-14)

Cuando el Espíritu comenzó a moverse en mí en lo profético, me advirtió que no fuera detrás de ninguna ganancia mundana por el uso de Sus dones o terminaría como Gezi, el siervo de Eliseo (lee 2ª Reyes 5)

Anoche compartía con algunos amigos y compañeros en la fe de Alaska, contándoles sobre mi experiencia con la sanidad física. Les conté sobre una señora que tenía cáncer y por la que mi esposa y yo mismo habíamos orado. Parte del requisito que exigía para orar por ella era que no conociera ni mi nombre ni mi dirección, y que no buscaba absolutamente nada que ella tuviera o que pudiera dar.

La hermana poseía un antiguo rancho que un día había sido un centro de retiros cristiano hasta la muerte de su esposo. Ahora se usaba como criadero de caballos, además de tener una gran casa de huéspedes con apartamentos de donde ella obtenía sus ingresos. Su cáncer estaba en un estado avanzado cuando oramos por ella y su hijo político tuvo que sacarla del dormitorio en silla de ruedas. Parecía muy cerca de la muerte. Después de orar no vi resultados visibles, pero escuché después que había sido totalmente sanada y dimos gloria a Dios. ¡No solo había sido totalmente libre del cáncer sino que Jesús había obrado en su delicada vista e incluso dejó de llevar gafas!

Supe que muchos pastores y ministros de los alrededores habían estado en su lugar, queriendo orar por ella, pero todos querían estar en su testamento para poder echar mano de esas instalaciones a su muerte. Cuando fuimos a verla meses más tarde, era un cuadro de salud y de vitalidad. Pero tenía una pregunta para mí. Dijo: “¿Cómo es posible que el pastor de la iglesia más grande en nuestra zona, viniera a orar por mi cáncer, se marchara, y que él mismo se llevara el cáncer para morir seis meses más tarde? No tenía ninguna respuesta hasta que estaba contándole a nuestros amigos de Alaska sobre lo que había sucedido con ella, y sobre la advertencia que Dios me había dado hacía unos cuantos años. ¡La luz finalmente se encendió! El pastor Megaiglesia que había ido a orar por esta hermana con una motivación oculta, ¡fue víctima del Síndrome de Gezi! Cuando el siervo de Elías corrió detrás de Naamán para conseguir los dones que Eliseo había rechazado después de que el sirio hubiera sido sanado, Gezi se quedó con la lepra de Naamán y la tuvo hasta su muerte. Lo mismo sucedió aquí con el cáncer.

Dios no juega con nuestros deseos por las cosas del mundo cuando ministramos en Su nombre usando Sus dones. Otra cosa parece que puede aplicarse a esto. Cuando nos mostramos fieles en lo poco, aún más es lo que vamos a recibir.

Pero todo es acortado cuando buscamos las recompensas temporales en lugar de esperar en el Señor en Su reposo para nuestra provisión. ¿Cómo es que podemos buscar las recompensas del mundo durante estos meros 70 años, contraponiéndolas a la eternidad de las recompensas celestiales de Dios? ¿Oiremos las advertencias de Jesús o acabaremos como la esposa de Lot? “En aquel día, el que esté en la azotea, y sus bienes en casa, no  descienda a tomarlos; y el que en el campo, asimismo no vuelva atrás 32 Acordaos de la mujer de Lot. 33 Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará.” (Lucas 17:31-)

 Haran Mercaderia de Vosotros - Davis y Clark

No hay comentarios.:

"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry