Gabriel Guzman
Algo
tan extendido en casi todas las iglesias. Cuando se pregunta, "¿Cuántos
dicen Amén", se está presionando a la gente a expresar su acuerdo con lo
dicho, reduciendo su posibilidad de discrepar o aun de asentir espontáneamente.
Es una táctica para inducir asentimiento artificialmente. Hoy día "la
cultura del Amén" está haciendo mucho daño a la iglesia. A veces uno ve en
las congregaciones personas que dicen su "Amén" antes de que el
predicador haya terminado la frase que está pronunciando, ¿como hacen para poder saber qué
es lo que están afirmando con su Amén?.
"Amén"
es un signo de exclamación, y nunca debe ser una pregunta con signo de
interrogación.
Igualmente
cuestionable es la costumbre de decir, "Repita después de mí" o "Diga a la persona que está a su
lado" tal o cual cosa. Es tratar al público como a tontos, incapaces de
pensar con cabeza propia. A veces llega hasta lo ridículo. Una vez oí a un
predicador decir "Wow" y después "Repitan todos conmigo,
Wow".
En la
misma categoría pondría "Den un buen aplauso para el Señor". Si vamos
a aplaudir, o vamos a decir "Amén", debe nacer espontáneamente de
nuestros corazones, no por manipulación ni por costumbre ciega.
Muchas
veces hoy día se emplea música de
trasfondo durante el sermón o la invitación final para crear un ambiente
o un "mood". Es manipulación. La respuesta debe nacer del poder de la
palabra misma y del Espíritu Santo, no del talento del tecladista.
Mucho
se manipulan a la gente durante la invitación
evangelística. Cantar que lleve a la emoción a la personas 10 veces es
sugestión y manipulación. Muchos hasta dicen, "Levante su mano, nadie te
está mirando, no le voy a pedir nada más", para decir después, "Ahora
no yo sino el Espíritu Santo le pide a usted pasar adelante al altar", y así
las personas fundamentan su fe en experiencias creadas por hombres.
1Co 2:5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los
hombres, sino en el poder de Dios.
Col 2:8 Mirad que nadie
os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones
de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Efe 4:14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados
por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para
engañar emplean con astucia las artimañas del error,
La Manipulacion en las Iglesias - Gabriel Guzman
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