Virgilio Zaballos
Cada uno de nosotros llega a
la iglesia en un estado deplorable de desorden, indisciplina y desequilibrio en
diversas áreas de nuestra vida. Si la iglesia local donde nos congregamos no
está anclada en la Roca (Cristo y su Palabra), pronto hacemos de ella un campo
minado de confusiones, desordenes, indisciplinas y extremismos sectarios y
religiosos...Convertimos la casa de Dios en una extensión del "ruido
mundanal y una "ampliación de los sistemas de este siglo. Así la sal
pierde su sabor, la luz ya no puede brillar y la mezcla es de tal magnitud que
se confunden los pilares fundamentales de la claridad y el orden divino
(Is.5:18-23). Llegamos a Babilonia.
La
iglesia, por tanto, va a necesitar ayuda para no apoyarse en brazo de carne;
sino en el brazo fuerte de Jehová y la Roca eterna de los siglos (Jer. 17:5) (Is.30:1-3)
(2 Cr.32:7-8) (Gn.49:24ss.). Esto que parece tan elemental para la congregación
de los que han escapado de la vana manera de vivir heredada de los padres, no
lo es en el tiempo en que vivimos. Hoy, mucho de la batalla que debernos librar
y de la energía espiritual que necesitamos ejercer es para "violentarnos
contra los extremismos sectario / religiosos, y “tirarnos” sólidamente hacia el
Eje central de nuestra fe: JESUCRISO,
el Ungido y Mesías.
El
Unigénito Hijo de Dios y su palabra ungida son la garantía del equilibrio que
necesitarnos para el hombre, el mundo y la iglesia. Sólo él ha vivido en
completo equilibrio en este mundo, aunque recibió las más feroces oleadas de
desestabilización que un ser humano puede enfrentar (Heb.2:18 y 4:15-16). Jesucristo
es el equilibrio verdadero para la vida del hombre. Lejos de él las olas nos
derribarán.
Viajando
con Jesús en la barca la tormenta y los vientos se calmarán (Mr.4:35- 41). Sólo
con Jesús como Guía y Eje de nuestras vidas podremos viajar hacia los
diferentes puertos que Dios ha diseñado para cada uno de nosotros (Ef.2:10)
(Heb. 12:2).
Sectarismo.
Exclusivismo. Hedonismo (Camuflaje de la vida placentera detrás de doctrinas
extremas sobre la prosperidad y el éxito). Huir de todo tipo de sufrimiento.
Manifestaciones de "poder' glorificadas que desplazan la cruz de
Jesucristo, su muerte y su resurrección. Énfasis desequilibrados y exclusivos
en ser los “portadores” de la unción y el avivamiento. Énfasis exagerados sobre
verdades muy importantes que desplazan la diversidad del Cuerpo de Cristo y los
dones dados a la iglesia. Suelen ser temas monográficos que impiden el fluir de
todo el consejo de Dios, tales como: Oración, alabanza, enseñanza,
evangelización, economía, guerra espiritual, etc. Todas estas verdades que son
partes esenciales para la edificación de la iglesia se convierten en
“monotemas” expresados por líderes carismáticos, con una fuerte personalidad,
que proyectan únicamente su don predominante y desechan, menosprecian o
ridiculizan como inferiores aquellas capacidades que no tienen y que aparecen
en otras personas. Estas manifestaciones
han conducido a ciertas iglesias locales a un reduccionismo (han reducido tanto
la verdad sobre el Cuerpo de Cristo que caen en un sectarismo ciego y
dañino) que impiden que fluya la unidad
de la gran Familia de Dios para dar testimonio al mundo.
Por
todo ello, pondremos nuestros ojos en Jesús, a través del EVANGELIO DE LUCAS para encontrar las
guías que nos conducirán a una vida anclada en el Autor y Consumador de nuestra
fe. Jesucristo, el Hombre equilibrado por excelencia, es nuestra garantía de
estabilidad. Con toda seguridad encontraremos sorpresas, puesto que en ocasiones
lo que para Dios es equilibrio, para el hombre inseguridad; y en otras, lo que
es orden y lógica humana para Dios insensatez y locura. ¡Preparémonos para
sobresaltos!.
El Milagro de Una Vida Equilibrada - Virgilio Zaballos
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