Clayton Sonmore
No podemos escapar a la necesidad que
tenemos de un nuevo encuentro con «aquel Jesús coronado de gloria y de honra,
que es hecho un poco menor que los ángeles por pasión de muerte, para que por
la gracia de Dios gustase la muerte por todos.» «Porque convenía que aquel por
amor del cual son todas las cosas, y por el cual son todas las cosas, habiendo
de traer en su gloria a muchos hijos, perfeccionase por aflicciones al autor de
la salud de ellos.» «El que santifica y los que son santificados, de uno son
todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos... hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.»
El hombre y la maquinaria del hombre ya no
pueden controlar lo que está ocurriendo en la hora presente. Dios está soplando
sobre un número creciente de los que están inhalando el hálito fresco de la
vida en el Espíritu. Regados por todas partes hay personas y pequeños grupos,
provenientes de diversos estratos, que están entrando en la confraternidad del
camino viviente. Ellos están descubriendo el glorioso secreto de una unión
vital con el Señor. Una vez ellos vivieron de sus experiencias pasadas, pero
ahora conocen el júbilo de la comunión diaria con El. ¡Qué diferencia la que ha
producido esto en la perspectiva y en el ministerio de aquellos que entran en
las profundidades de La Vida del Fluir en el Espíritu.
Hay un indecible gemido dentro de mi corazón
por compartir con aquellos que acaban de entrar en esta dimensión. Siento que
apenas estoy empezando a entrar en esto, y que apenas estoy empezando a darme
cuenta de lo que veo ciertamente, de lo que veo como si lo hiciera a través de
un vidrio oscuro. Pero, ¡LO SE, LO SE por la fe, que pronto veré «cara a cara»
lo que «ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.»!
Muchos están encontrando este camino viviente, y están disfrutando de una
clase de vida y de una perspectiva completamente nuevas.
Ellos están empezando a ser llevados a la
plenitud de Dios. Están empezando a ser llevados a la gloria por la Cabeza
Eterna, y están empezando a encontrar algo de lo que la Iglesia ha carecido
durante tanto tiempo: un lugar para andar en el Espíritu, un lugar para andar
en la luz, un lugar exento de las propias ambiciones y de los propios deseos.
Este es un lugar donde ellos pueden decir
verdaderamente: «No se haga mi voluntad, oh Dios mío, sino la tuya.» Ellos
están empezando a darse cuenta de que no pueden vivir de las bendiciones de
ayer, porque las bendiciones de ayer pertenecen ahora al orden viejo. Ni
tampoco pueden vivir anticipadamente de las bendiciones de mañana, porque el
camino del Espíritu excluye el pasado o el futuro, y nos lleva Ahora a lo
Eterno.
Ahora es «el día de salvación.» Ahora somos
«hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser....» Pablo pudo
decir: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, sino vive el
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de
Dios... (Teniendo) promesa de esta vida presente, y de la venidera.»
«Por lo cual es necesario que tanto con más
diligencia guardemos las cosas que hemos oído, para que no nos escurramos.
Porque si la palabra dicha por el ministerio de los ángeles fue firme, y toda
rebelión y desobediencia recibió justa paga de su galardón, ¿cómo escaparemos
nosotros, si descuidamos una Salvación tan grande?»
Sí, Dios tiene la Salvación completa para el
hombre completo. Nuestro Dios se preocupa por el hombre COMPLETO: cuerpo, alma
y espíritu, y Él ha prometido atender a todas las necesidades, tanto materiales
como temporales, según Su riqueza en Gloria. «Todas las cosas sujetaste debajo
de Sus pies; porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea
sujeto a él.»
Jesús dejó a Sus discípulos con estas
palabras:
«Os es necesario que yo me vaya, porque si
yo no me fuere, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo
enviaré. Y cuando él viniere redargüirá al mundo de pecado, y de justicia y de
juicio.... Cuando viniere aquel Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os
hará saber las cosas que han de venir. El me clarificará; porque tomará de lo
mío, y os lo hará saber.» Sí, «al Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede
recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis; porque está
con vosotros, y será en vosotros.» Y tenemos la promesa de que «todo lo que
tiene el Padre, mío es» porque «todas mis cosas son tus cosas, y tus cosas son
mis cosas.»
Además, Cristo dijo: «Si estuviereis en mí,
y mis palabras estuvieren en vosotros, todo lo que quisiereis pediréis, y os
será hecho [creado]» Sí, y también: «Aquel [el Espíritu Santo] os enseñará
todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho.»
Hermanos míos, ¡este Consolador ha llegado!
¡Él está aquí! Él quiere guiarlos a ustedes, querido hermano, querida hermana;
El quiere guiarme a mí y a todos nosotros, los que estamos dispuestos a pagar
el precio de entrada al «nuevo día» de Dios, en la gloriosa Vida en el
Espíritu... ¡en ese lugar de unión total con el Padre y con el Hijo!
Más Allá del Pentecóstes - Clayton Sonmore
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