Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


11 de febrero de 2013

DIOS QUIERE ESPIRITUALIZAR LO NATURAL


George Warnock

El principio es: “Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.”(1ª Cor. 15:46). No es menos real cuando se vuelve espiritual—es más real.

Cuando el Israelita natural viene a Cristo, no es menos Israelita. Más bien, por primera vez se convierte en un verdadero israelita: “No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.” (Rom. 9:6,7). Y Pablo nos dice lo que Dios quiso decir con esto: “No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes” (v.8). ¡Ciertamente la “Jerusalén Celestial” es mucho más real, mucho más gloriosa, más hermosa, más duradera que esa pequeña colina en la vieja Jerusalén! (lee Heb. 12:22).

Era el deseo de Dios desde el principio producir un pueblo espiritual a partir del natural. Cierto, Él ordenó sacrificios y ofrenda, circuncisión, altares y templos—durante un tiempo. Pero Él siempre deseó “los sacrificios del corazón contrito” (Salmos 51:17). Siempre deseó al de “espíritu contrito y pobre” como morada, y no “una casa” edificada por los hombres y hecha de madera y de piedra (Isaías 66:1,2). El propósito de Dios desde el principio fue que Él “circuncidara tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas” (Deum. 30:6).

 George Warnock - Coronado con Aceite

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry