Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.

La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.


5 de diciembre de 2014

EL ASUNTO EN PEOR


Charles E. Newbold Jr

Más adelante, en Números 31, leemos cuando Dios dijo a Moisés que se vengara de los Madianitas por los Hijos de Israel. Había enviado a sus capitanes y guerreros de cada tribu y los sacerdotes con los vasos santos y las trompetas de alarma. Mataron a cada varón de Madián y a sus reyes.  Quemaron las ciudades y tomaron del botín, pero capturaron a las mujeres y las trajeron con ellos.

Moisés y los demás salieron a recibir al ejército que regresaba, y vieron lo que habían hecho. Moisés se enfadó con los oficiales y les preguntó porque habían salvado a las mujeres. Parecía que era una cosa muy noble de hacer, ¿verdad? Moisés explicó su ira en el versículo 16: “He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-Peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová. ”

¿Qué es lo que pasó en Peor y qué tuvo Balaam que ver con ello? ¡Aparentemente todo! Vemos en Números 25 que Israel fornicó con las hijas de Moab:”Invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses: y el pueblo comió y se inclinó ante sus dioses. E Israel se unió a Baal-peor y la ira de Jehová se encendió contra Israel”. Números 25:2-3. Recuerda, Dios dejó muy claro que los israelitas no debían mezclarse con el pueblo de la tierra. Deut. 7:1-6.

No se hace ninguna referencia a Balaam en Números 25, pero Números 31:6 nos informa que este “pecado” en Peor fue causado por el consejo de Balaam. En Números 22-24 leemos como Balac ofreció dinero y prestigio a Balaam para que pronunciara una maldición contra los israelitas. Balaam no iba a perder una oportunidad como esa para obtener fortuna y preeminencia.

Balaam debía conocer la prohibición que Dios había establecido, tal y como aparece en Deuteronomio 7 y la usó para derrotar a los israelitas. “Enseñó a Balac a poner piedra de tropieza a los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación:” Apocalipsis 2:13. Con otras palabras, Balaam aconsejó a Balac a engañar a los hijos e hijas de Israel a mezclarse con los hijos e hijas de Moab. De esta forma, Balaam no tenía que pronunciar la maldición, sino que se aseguró de que Israel cayera por sí misma bajo maldición. Eso es exactamente lo que hizo Israel. Cometieron fornicación y trajeron la maldición de una plaga sobre ellos mismos que mató a veinticuatro mil de los suyos. Números 25:9.

Balaam cobró su dinero de sangre y se preparó para vivir lujosamente entre los reyes de Madián. Sin embargo, su vida no duró mucho después de ese episodio. Números 31:8 nos dice que murió a espada cuando Israel se vengó de los Madianitas. Era un falso profeta. Estaba sujeto a decir lo que Dios quería que dijera. Incluso fue obligado  por su asno a hacer lo que Dios quería, pero no estaba en él ser quien Dios quería que fuera. Era avaricioso y buscó para si mismo poder, posición, riquezas y dominio. Se puso a sí mismo por encima de los asuntos de Dios y de su pueblo. Nosotros somos muy parecidos a Balaam cuando pedimos a Dios que bendiga nuestra carne en lugar de negarla para obedecer a Dios.

 El Sistema de la Iglesia Ramera - Charles E. Newbold Jr

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"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"

Matthew Henry