Michael Clark
En 1 Samuel capitulo 8,
el pueblo se rebeló contra Dios, al que no podían ver, y pidieron a Samuel que
les diera un rey. “Danos un rey que nos juzgue” dijeron, “y nosotros seremos
también como todas las naciones, y nuestro rey nos gobernará, y saldrá delante
de nosotros, y hará nuestras guerras”. El Señor instruyó a Samuel que hiciera
como ellos deseaban, porque ellos habían rechazado a Dios para que no reinara
más sobre ellos. Cuando tomamos un hombre, ya sea un apóstol, profeta,
evangelista, pastor o maestro, y le ponemos en una posición de gobernar sobre
nosotros, rechazamos el gobierno de Dios y obtenemos lo que merecemos.
Yo creo que este tipo de
liderazgo que se enseñorea sobre el pueblo de Dios es la raíz de la división en
la Iglesia de hoy en día. Pablo reprendió a la iglesia de Corinto cuando dijo:
“…porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos. Pues
toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo
vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas. Para vergüenza
mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro tenga
osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía”. (2 Cor. 11:19-21)
Jesús dijo a la iglesia
de Pérgamo: “Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas,
la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y
pelearé contra ellos con la espada de mi boca” (Ap. 2:15-16).
La palabra Nicolaíta en
el griego está compuesta de dos palabras, Nikos y Laodikeus, y literalmente
significa victorioso sobre el pueblo.
La falsa doctrina del clero gobernando sobre los laicos como monarcas
conquistadores data del primer siglo de la iglesia y Dios odia eso (vea Ap.
2:6,15).
Aquí en los Estados
Unidos tendemos a elegir lo hermoso y lo poderoso como nuestros líderes. Saúl
era alto, cobrizo, y de buen parecer. El realmente sobresalía en una multitud
(Ver 1 Sam. 9:12). Dios lo eligió para salvar a los Israelitas de los
Filisteos. El definitivamente era material para rey, pero Dios también los
advirtió que este “asunto de reyes” no era lo que parecía.
Dijo, pues: Así hará el
rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus
carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y
nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a
que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y
los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean
perfumadoras, cocineras y amasadoras. Asimismo tomará lo mejor de vuestras
tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos.
Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus
siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes,
y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Y
clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová
no os responderá en aquel día. (1 Sam. 8:11-18)
Jeremías se lamentó
acerca de su pueblo en sus días:
Cosa espantosa y fea es
hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes
dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis
cuando llegue el fin? (Jer. 5:30,31)
Dios estaba advirtiendo
a Israel que un hombre no puede manejar correctamente el poder, Como J.E.E.
Dahlberg dijo: “El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe
absolutamente todo”.
Años después, Dios se
arrepintió de haber elegido a Samuel como rey y eligió a otro, esta vez un
hombre conforme a su corazón. David era un humilde pastor de ovejas, pero Saúl
pastoreaba asnos (Vea 1 Sam. 9:3). David era solo un muchacho cuando Dios lo
eligió (Debe venir como un niño).
Cuando Samuel estaba
buscando entre sus hermanos en la casa de Isaí, estaba por elegir a otro del
tipo alto, cobrizo y de buen parecer, Eliab, cuando Dios le dijo que no. Jehová
respondió a Samuel: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho [Eliab]; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues
el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1
Sam. 16:7).
Samuel preguntó a Isaí
si estos eran todos sus hijos. “Oh si”, pareció responder Isaí, “está David.
El esta fuera con las ovejas porque pensé que no había forma de que Dios
pudiera querer al pequeño de la camada”. Todos se sorprendieron cuando
Samuel eligió a David debido a su corazón. David pudo haber sido ese niño que
fue dejado allí solo después de que los dos capitanes de béisbol hubieran
elegido sus equipos. ¿Quiere elegir material de anciano para su cuerpo? Elija
de lo que el mundo rechaza. Dios lo hace. Jesús no eligió a ningún líder
religioso para que fuera su discípulo. ¿Recuerda la historia de Gedeón? Nuestro
Dios elige las cosas débiles de este mundo para confundir al poderoso (Vea 1
Cor. 1:26-29).
Cristo vino a liberar a
los hombres de la tiranía del pecado y de hombres pecadores que atan cargas y
las ponen sobre los hombros de los hombres pero no hacen nada para llevar esas
cargas ellos mismos (Vea Mat. 23). No sea necio en dejarse ser engañado. Si la
iglesia a la cual usted asiste está basada en este modelo de danos un rey, pida
a Dios que lo guíe a una liderazgo misericordioso, ancianos [maduros, ancianos
viejos] quienes estén en el negocio de edificar a los santos para cumplir sus
llamados.
Recuerde que el camino
de Dios es dar. “Dad, y se os dará;…porque con la misma medida con que medís,
os volverán a medir” (Luc. 6:38). Si usted está empleando un estilo de
liderazgo de puño cerrado sobre las ovejas de Jesús, no se sorprenda si usted
las pierde. Jesús está sacando su rebaño a sí mismo y fuera de las manos de
pastores abusivos y posesivos. Lea y ore sobre Ezequiel 34. Jesús dijo que
cuando el mayordomo olvidó que él, también, fue un siervo y empezó a abusar de
sus consiervos, perdió su mayordomía y fue echado fuera al lugar preparado para
los hipócritas.
Pero a aquellos a
quienes él encuentre alimentando su casa en el tiempo indicado [las palabras
que él está hablando a la iglesia en estos días], “De cierto os digo que sobre
todos sus bienes le pondrá” (Mat. 24:45-51). Recuerde que fue profetizado de
Jesús que “No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por
medio de la verdad traerá justicia” (Is. 42:3). Fortalezca aquello que
permanecerá.
Al comienzo de esta
sección, mencioné a Jesús en Lucas 22:25 y 26. La Nueva Biblia Americana lo
pone de esta forma: “Los reyes de los Gentiles señorean sobre ellos; y aquellos
que tienen autoridad sobre ellos son llamados “benefactores”. Pero no será así
entre ustedes, pero dejen a aquel que es mayor entre ustedes que se convierta
en el menor, y el líder como el siervo”.
Esta frase ejercitan
señorío o señorean sobre viene de la palabra griega kurieuo.
Significa tener dominio sobre, ejercitar señorío sobre, ser el Señor de. Jesús
dijo que este no es el camino piadoso para guiar a sus ovejas sino que es el
camino de liderazgo del mundo. El es el único que tiene el derecho de liderar
en esta manera y con todo él lidera en humildad y no con mano pesada (Vea Juan
10 y Salmo 23).
La Ley y La Iglesia - Michael Clark
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