El apóstol Pedro lo encontró, después de una noche de fracaso y pérdida, obedeciendo la voz de Jesús (Lc.5:1O-11) (Mt.4:18-20). Mateo (Leví), recibió el verdadero sentido a su vida cuando respondió con firmeza al llamamiento del Mesias. Solo una palabra le bastó para entrar a formar parte de la dicha mas grande del hombre: "Sígueme”. Desde ese momento abandonó la rutina diaria de cobrar impuestos para otros, y entró en el dinamismo glorioso de ser un discípulo de Jesús.
Los Israelitas atravesaron el Jordán y se establecieron en la tierra prometida en su último campamento (Campamento No. 42) al final del éxodo, lo cual nos indica simbólicamente la libertad y conquista a la que esta llamada la iglesia al salir de la religión a una vida de libertad, en una relación directa, vital y real con Cristo Jesús; Cristo es símbolo de la tierra prometida y la herencia de los hijos de Dios.
La santidad es la obra del Espíritu Santo en nosotros, separándonos del amor del mundo. La santidad es un cambio de naturaleza desde dentro como resultado de la obra de Dios en nosotros. No es lo que hacemos externamente, sino quienes somos por dentro, lo que importa a Dios.
5 de diciembre de 2014
EL SENTIDO DE LA VIDA (Lc.5:27-32)
El apóstol Pedro lo encontró, después de una noche de fracaso y pérdida, obedeciendo la voz de Jesús (Lc.5:1O-11) (Mt.4:18-20). Mateo (Leví), recibió el verdadero sentido a su vida cuando respondió con firmeza al llamamiento del Mesias. Solo una palabra le bastó para entrar a formar parte de la dicha mas grande del hombre: "Sígueme”. Desde ese momento abandonó la rutina diaria de cobrar impuestos para otros, y entró en el dinamismo glorioso de ser un discípulo de Jesús.
"Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo, ni por mucho tiempo más"
Matthew Henry
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