Hoy, por todos lados
de la Iglesia establecida, tenemos una tendencia a tener un “Pastor Principal”
quien nos recuerda más a un Presidente Ejecutivo de una empresa que a uno que
realmente pastorea las ovejas de Jesús. Pero no siempre fue así.
En la iglesia
primitiva cada región de iglesia tenía una multiplicidad de ancianos sin ningún
hombre que fuera el jefe de los ancianos o el pastor de todos (ancianos deben
“pastorear el rebaño”. Vea 1 Ped. 5:1-4). Cristo mismo es el Gran Pastor
velando sobre todos nosotros. Pablo estableció un liderazgo múltiple llamado
ancianos (santos de mayor edad) sobre la iglesia que él fundo y ellos
conjuntamente pastoreaban al pueblo. Note en cada uno de los siguientes
versículos que la palabra ancianos es siempre plural:
Hch. 11:30 “…lo cual
en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.”
Hch. 4:23 “Y
constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído”.
Hch. 15:2 “Como Pablo
y Bernabé tuviesen una discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso
que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos otros de ellos, a los
apóstoles y a los ancianos, para tratar esta cuestión”.
Hch. 15:4 “Y llegados
a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles y los ancianos, y
refirieron todas las cosas que Dios había hecho con ellos”.
Hch. 15:6 “Y se
reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto”.
Hch. 15:22 “Entonces
pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de
entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas que
tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas, varones principales entre los
hermanos…”
Hch. 15:23 “…y
escribir por conducto de ellos: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos, a
los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, en Siria y en
Cilicia, salud”.
Hch. 16:4 “Y al pasar
por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los
apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen”.
Hch. 20:17 “Enviando,
pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia”.
Hch. 20:28 “Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos [ancianos], para apacentar la iglesia del Señor, la cual él
ganó por su propia sangre”.
Note aquí que dice
que todos los ancianos en la iglesia de Éfeso debían pastorear al rebaño, no
solo un pastor o anciano jefe. Continuando con los versículos de “ancianos”:
Hch. 21:18 “Y al día
siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos
los ancianos…”
Fil. 1:1 “Pablo y
Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en
Filipos, con los obispos y diáconos”
1Ti. 5:17 “Los
ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente
los que trabajan en predicar y enseñar”.
Tito 1:5 “Por esta
causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”.
Stg. 5:14 “¿Está
alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por
él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”.
1 Ped. 5:1 “Ruego a
los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo
de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que
será revelada…”.
1 Ped. 5:2 “Apacentad
la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto…”.
1 Ped. 5:5
“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a
otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia
a los humildes”.
Apoc. 4:4 “Y
alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a
veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus
cabezas”.
Apoc. 4:10 “…los
veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y
adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante
del trono, diciendo…”.
¡En estos dos últimos
versos aun Dios cree en la multiplicidad de ancianos en su liderazgo celestial!
Ahora veamos dónde esta palabra anciano es usada en una forma singular en las
epístolas:
1Tim. 5:19 “Contra un
anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos”.
1 Ped. 5:1 “Ruego a
los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo
de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que
será revelada…”.
2 Jn 1:1 “El anciano
a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo,
sino también todos los que han conocido la verdad…”.
3 Jn 1:1 “El anciano
a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad”.
En ningún lado del
Nuevo Testamento menciona que un simple anciano está a cargo o toma las
decisiones por su cuenta sobre la iglesia local. Aun en Jerusalén donde los
fariseos con sus mentes legalistas se infiltraron en la iglesia, las decisiones
se tomaban en multiplicidad (Ver Hechos 15).
Creo que el mejor
ejemplo de buen liderazgo en práctica en una iglesia local se retrata en Hechos
capitulo 13:
Hch. 13:1 Había
entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé,
Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado
junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Hch. 13:2 Ministrando
éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a
Saulo para la obra a que los he llamado.
Hch. 13:3 Entonces,
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Estos ancianos que
estaban compuestos de profetas y maestros estaban ayunando y ministrando al Señor, y el Espíritu Santo
habló a través de ellos. Allí no hubo ninguna argumentación, pelea, ni debate. ¡Dios
estaba en disposición de hablar libremente y decir cual era su voluntad como
gobierno y ellos lo hacían!
La Ley y La Iglesia - Michael Clark
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